BLACKTRACK BT-02 THRUXMAN

La Blacktrack BT-02: ¿obra de arte o sacrilegio?

Foto 01 Blacktrack BT-02 Thruxman

Hoy os presentamos la última creación de Sacha Lakic: La Blacktrack BT-02 Thruxman. Una moto creada en honor a la Norton Manx de los 50. Toda una súper-deportiva inglesa de la época.

La Blacktrack BT-02 es el segundo modelo creado por esta marca. En ella, Sacha Lakic, partiendo de una Triumph Thruxton 1200R, nos hace su interpretación de la mítica Norton Manx. De ahí su nombre: Thruxman.

Foto 04 Blacktrack BT-02 Thruxman

Sacha Lakic

Para quien no lo sepa, este diseñador serbio es el responsable del diseño de la Bimota DB3 Mantra y de las Voxan Roadster, Black Magic y la superlativa Charade. Una moto que se adelantaba, más de una década, al boom cafe racer que estamos viviendo.

Foto 05 Blacktrack BT-02 Thruxman

Norton Manx

Las Norton Manx estuvieron en fabricación desde 1947 hasta 1962. Durante este periodo lucharon en el Mundial de Motociclismo contra marcas como Gilera, Moto Guzzi o las intimidantes MV Agusta. Participaban en las categorías de 350 y 500 cc, siendo en las carreras de las Islas Británicas donde consiguieron sus mejores resultados. Su mayor éxito llegó en 1951, de la mano de Geoff Duke, con el título en ambas categorías.

Triumph Thruxton

La elección de la Thruxton 1200R de Triumph, para la creación de la Blacktrack BT-02 es sin duda todo un acierto. Esta moto reúne a la perfección la estética cafe racer con unas prestaciones a la altura de una deportiva actual.

Foto 03 Blacktrack BT-02 Thruxman

De ella se ha mantenido el chasis, un doble cuna de acero, algunas piezas de la parte ciclo y su motor, que merece un trato aparte.

High Power

Este motor, con refrigeración líquida, cubica 1.200 cc, divididos en dos cilindros montados en paralelo. Va asistido por una caja de cambios de seis velocidades y un embrague anti-rebote.

Su sistema de escape está compuesto por unos colectores artesanales y unos bonitos silenciosos Spark (o Supertrapp, también existe esta opción).

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En cuanto a sus prestaciones: entrega 97 cv de potencia a 6.750 rpm, con un par máximo de 112 Nm a algo menos de 5.000 vueltas. Además, su acelerador electrónico y tres modos de conducción permiten aprovechar todo su potencial en cualquier situación.

Carrocería

Pero en lo que realmente destaca la Blacktrack BT-02 es en su carrocería.

Su depósito de combustible está fabricado a mano en aluminio, a partir de un diseño propio. De él destacan sus líneas de estilo retro, con una tira de cuero que lo recorre longitudinalmente, y su sobrio acabado en metal pulido, con pintura negra y filete rojo.

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Igual de impactante es su colín, también artesanal, que incorpora un asiento que en sí mismo es una obra de arte. Elaborado en cuero de primera calidad y espuma de dos densidades.

Parte ciclo

En su tren delantero, la Blacktrack BT-02 monta unas tijas artesanales hechas en aluminio 7050, combinadas con unas botellas Showa totalmente ajustables. En cuanto a su amortiguación trasera, se ha optado por el fabricante francés Shock Factory.

Foto 02 Blacktrack BT-02 Thruxman

Los frenos son Brembo de anclaje radial, con dos discos flotantes de 310 mm, en la parte delantera, y una pinza Nissin axial detrás. Por supuesto con sistema ABS.

Más detalles

Para finalizar, queremos mencionar por un lado su elegante instrumentación, del especialista Acewell, customizada con un grafismo de Sacha Lakic. Y por otro, su óptica delantera, de claro aire vintage, que incorpora una minúscula y sexy cúpula de color negro.

Foto 08 Blacktrack BT-02 Thruxman

Conclusiones

La Blacktrack es una de las cafe racer mejor elaboradas que hemos visto últimamente. Y la idea de combinar el aspecto de una Norton Manx con una Triumph Thruxton 1200R, todo un acierto. Lo que no quita, que para algunos pueda ser un sacrilegio… aunque, ¿qué es sino un cafe racer?