HARLEY DAVIDSON CVO BREAKOUT

“The Custom”

Como todos los agostos, Harley Davidson nos presenta sus novedades para el año siguiente. Esta vez, hay un modelo que brilla de una manera especial: La Breakout, un softail con alma de hotrod que enamorará a todos los amantes del custom con mayúsculas.

La FXSBSE, es una “Custom Vehicle Operation” (CVO), nombre con el que la MoCo denomina a ciertos modelos, que sobre la base de algunas de sus motos estándar, customizan incluyendo mejoras en el motor, una pintura especial y una buena cantidad de piezas del catálogo de accesorios. En el caso de la moto que nos ocupa, esto no es del todo cierto, ya que la moto más parecida que tiene Harley Davidson en venta es la Blackline, y solo hace falta comparar sus traseros para afirmar que estamos ante una novedad total.

Una vez en marcha, buena parte de la personalidad de esta moto está en su motor. Se trata de un bicilíndrico a 45º grados con refrigeración aire… hasta ahora nada nuevo… que cubica la animalada de 1.803cc, más de 250cc respecto a cualquier softail normal, que entrega un par de casi 150Nm a 3.750 vueltas y que respira a través de un espectacular filtro de aire Heavy Breather, con su codo cromado y filtro a la vista.
Aunque estas cifras pueden asustar a más de uno, esta vez la Motor Company ha decidido domesticar su criatura a base de tecnología. Para ello, se ha incluido un embrague antirebote para reducir las retenciones al bajar marchas; se ha incorporado un sistema de control electrónico del acelerador, llamado ETC; se ha mantenido la eficiente transmisión de seis velocidades, Cruise Drive, y se ha mejorado el mecanismo hidráulico de accionamiento del embrague. Con todo esto se ha conseguido una moto con mucha personalidad, pero amable con su propietario.

Con esta moto Harley Davidson ha querido dar su propia interpretación de las custom clásicas de principios de siglo, el XXI se entiende. La receta incluye la adopción de un chasis softail con los amortiguadores situados en posición horizontal, ocultos a la vista, donde se aloja su motor, anclado de manera directa, para sentir cada una de las pistonadas de sus dos cacerolas de 900cc. Su depósito de gasolina se ha estrechado al máximo manteniendo unos suficientes 18,5 litros de capacidad, gracias sobretodo a su estilizada consola central cromada y al haber colocado el tacómetro, que incluye los demás instrumentos, debajo del manillar, aprovechando la altura de sus torretas. Los guardabarros, han sido recortados al máximo que permite la legislación, incluyendo el trasero unos soportes en aluminio forjado en una sola pieza. La parte delantera es toda una firma de intenciones, con un lanzamiento de 37º, 7º más que en la Blackline; un avance de 146mm y una distancia entre las barras de la horquilla de 44,45mm. Por último, su neumático trasero: un balón de 240, una medida no usada por HD desde el modelo Rocker.

Como se suele decir, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia, y la Breakout tiene una buena cantidad de ellos. Algunos provienen directamente de su catálogo de accesorios, como las llantas, modelo Turbine, que van acompañadas por el piñón de transmisión y los discos de freno a juego. También del catálogo son los controles: reposapiés, manetas, palancas de freno y embrague son de la colección Slipstream del 2013, combinan cromado con goma negra consiguiendo un buen compromiso entre eficacia y elegancia.

Otros detalles son específicos del modelo, como el conjunto carcasa/protector del faro, que son una novedad en un softail FX; el depósito de aceite, con un solo saliente y fabricado en aluminio forjado o el asiento, con un diseño de piel de cocodrilo grabado en cuero negro o marrón, según el color de la moto que elijamos, y que tiene la posibilidad de desmontar fácilmente su parte trasera si un día nos encontramos un poco egoístas.
Para finalizar, como buena CVO, nos tenemos que fijar en sus opciones cromáticas, que con nombres como: Black Diamond combinado con Molten Silver, Hard Candy con Liquid Sun o Crimson Red Sunglo con Scarlet Lace nos presentan tres libreas realmente espectaculares, que con toda seguridad harán que esta moto no pase desapercibida.

En resumen, esta Harley Davidson hecha a mano, bajo pedido y de la que solo se van a fabricar 1.900 unidades, es un tributo al custom más extremo, que con este modelo vuelve al catálogo de la marca americana al precio de 32.500€… Quizás mucho para una moto, pero sin duda, poco para un auténtico custom.