IRVING VINCENT

Foto Irving Vincent

Daytona BOTT 2010.

Este invierno nos hemos enterado que los australianos de Irving-Vincent vuelven el 1 y 2 de marzo a Daytona para competir en el «Battle of Twins» e intentar conseguir tan buenos resultados como hace dos años, cruzaremos los dedos por ellos.

Aquel año 2008, todos nos sorprendimos cuando leíamos que una Vincent había quedado segunda tras disputar las dos carreras del BOTT en su categoría de Fórmula-1. Sin duda había llovido mucho desde que las bicilíndricas inglesas eran competitivas, pero esto no había aplacado el sueño de esta pequeña empresa de las antípodas que se había lanzado en 1999, un poco por hobbie, a crear un motor Vincent utilizando los medios actuales. Como suele pasar cuando se incluye la pasión en cualquier actividad empresarial, el proyecto se había ido liando poco a poco hasta crear un motor Vincent tan mejorado como para conseguir éxitos deportivos como el mencionado y otros muchos cosechados en la gran isla austral.

IRVING VINCENT
Esta preciosa moto semicarenada y de aspecto Cafe-Racer, que volverá a pilotar Craig McMartin, parte de un chasis tipo espina dorsal del que cuelga un motor bicilíndrico a 50º con una cilindrada de 1.570cc y una compresión de 13:1, que entrega 165cv a 6500rpm. Cuenta con cinco marchas y el embrague va en aceite. Para acompañar a este inmenso motor, refrigerado por aire, y mantenerlo lo más pegado posible al asfalto se ha buscado lo mejor, montando una amortiguación Öhlins compuesta de horquilla FGR900 y amortiguador TTX; frenos radiales de la marca AP Racing de anclage radial; llantas Dymag en fibra de carbono, y una larga lista de componentes de altísimo nivel. Con ello se ha conseguido mantener el conjunto en tan solo 170kg.

IRVING VINCENT
Es de agradecer que existan carreras como el BOTT, que siempre acaba uniendo en la pista a románticos de las dos ruedas que nos hacen olvidar el sopor en que vive la industria de la moto. Nombres como Britten, NCR Millona, Moto-Guzzi MGS-01 y ahora Irving Vincent nos hacen recordar épocas en que las carreras eran algo más que intereses económicos. C´mon aussie, c´mon!!!