TRIUMPH THRUXTON 900, LA PRUEBA

Ladies and gentlemen, “The Café Racer”

Foto Principal Triumph Thruxton 900

Si una moto simboliza todo el espíritu de la cultura Café Racer, esa es sin ninguna duda la Triumph Thruxton. Tanto por su procedencia 100% inglesa, como por su diseño, este bicilíndrico en paralelo se ha convertido en el sueño de cualquier Leather-boy del siglo XXI.

Génesis

Ya hace algunos años, Triumph lanzaba al mercado su interpretación de las motos que seguían al Padre “Bill” Shergold y su club “59”, la receta era sencilla, se partía de la archiconocida superventas de la marca de Hinckley, la Bonneville, y se le daba un aspecto más racing, eso sí, al estilo de los años 60: semimanillares, colín redondeado, escapes más altos y unos reposapiés retrasados. La moto consiguió rápidamente su lugar en el mercado y eso impulsó a la marca inglesa a hacerle algunas mejoras, buscando sobretodo mejorar el confort.

Mejoras

El principal cambio, fue la sustitución en el año 2008 de los semimanillares por un manillar tipo “Clubman”, mucho más cómodo y que consigue descargar un poco las muñecas, sin quitarle un ápice de su aspecto “deportivo”. Otra mejora importante, le había llegado antes junto a toda la familia “Modern Classics” de Triumph, fue la incorporación de la inyección electrónica. Ésta se encuentra situada tras unos carburadores de “pega” para no afectar en nada el aire retro del conjunto, este cambio mejora el tacto del motor y asegura que sus emisiones cumplan con la restrictiva norma Euro-3. Por último, en la parte puramente estética, se incorporan nuevas opciones de pinturas en el catálogo, incluyendo en todas una banda de color que cruza toda la moto longitudinalmente.

Foto 02 Triumph Thruxton 900

Podemos decir que el culmen de todos estos mimos, es la serie limitada Thruxton SE, que aparece en el 2010 con una decoración en blanco, con banda roja y chasis del mismo color.

Estética

La Thruxton 900, coge su nombre prestado de uno de los circuitos míticos de Inglaterra y esa es toda una demostración de intenciones. Según te subes a ella, te sientes trasladado a la puerta del Ace Café, mientras esperas al próximo “pique” escuchando una canción de Gene Vincent en la Jukebox. Puede parecer exagerado, pero toda la moto parece querer llevarte a esa época. Desde sus preciosos relojes a la antigua usanza, compuestos de tacómetro y velocímetro redondos con fondo blanco. Hasta los mismos puños, de goma negra con una sección más ancha en el centro. Todo, está pensado para que te sientas como si llevaras una moto de aquella época. Pero no te confundas, no es una moto de aquella época, es una Triumph de hoy, cuidada al máximo para conseguir todo el confort y eficacia que se espera, y eso pudimos comprobarlo durante esta prueba.

Foto 03 Triumph Thruxton 900

Dimensiones

Una vez sentado en su asiento, te das cuenta de lo cómoda que es, todo parece estar en su sitio para hacértelo sencillo. Yo mido 1,80 y la encontré perfecta para mi altura, pero gracias a su asiento situado a 790mm del suelo y lo estrecho del conjunto, su espectro de posibles clientes es mucho mayor. Como ejemplo mi mujer, que mide 1.65 y que para saciar su curiosidad se dio una vuelta y no tuvo ni el más mínimo problema. El único pero, es su peso, 205kg en vacío, a los que simplemente hay que acostumbrarse.

Parte ciclo

El chasis es un clásico doble cuna, en acero tubular, con basculante tradicional de doble espina. Con un lanzamiento en la pipa de dirección de 27º, el menor de toda la familia, y una distancia entre ejes de 1.510mm, mayor que sus hermanas, lo que le da un poco más de aplomo en marcha.

Foto 05 Triumph Thruxton 900

Su amortiguación está compuesta delante por una horquilla telescópica, con barras de 41mm, ajustable en precarga de la marca nipona Kayaba, encargada además de los dos amortiguadores traseros, también con ajuste en precarga.

Los frenos son también de procedencia japonesa, Nissin, con pinzas de dos pistones delante y detrás, y discos de 320 y 255mm respectivamente, siendo el delantero flotante.

Las llantas son de radios y van completamente cromadas, montan neumáticos radiales Metzeler Lasertec con medidas 100/90 18 y 130/80 17 para la rueda tractora.

Motor

El motor, como ya hemos comentado, es un bicilíndrico paralelo que cubica 865cc y está alimentado por una inyección secuencial multipunto. El cambio es de 5 velocidades con embrague en aceite y transmisión por cadena. En cuanto a las prestaciones, unos 69cv (51Kw) a 7.400rpm y un par de 69Nm que entrega un poco antes, a las 5.800 vueltas.

Foto 01 Triumph Thruxton 900
Ahora, olvidémonos de datos, llenemos su precioso depósito de 16 litros y hagamos rugir un poco esos dos megáfonos británicos.

Primeras impresiones

Durante toda la prueba, pudimos disfrutar de un tiempo bastante cambiante, lo que nos dio una buena idea del comportamiento de la Thruxton como moto para todo. Es verdad que una moto así se antoja como un capricho al que sacar brillo a sus cromados y visitar con ella el pub de moda, pero esta Triumph es algo más y vamos a explicároslo.

Una vez en marcha, tras arrancar sin la necesidad de usar el “aire”, que dejamos para días más fríos, lo primero que nos llamó la atención fue la posición de conducción, llevas los brazos adelantados y los pies cómodamente situados hacia atrás, la posición es agradable y según empezamos a trabajar las primeras curvas tuvimos la sensación de mucha seguridad.

No es una superdeportiva, pero sus 70cv y su parte ciclo te permiten disfrutar como un enano de cualquier carretera secundaria con buen asfalto, dibujando curvas con mucha facilidad. Gracias en gran medida a sus neumáticos, que dan bastante confianza y que por sus medidas hacen al conjunto bastante rápido en los cambios de dirección. La amortiguación también colabora en esta sensación de control, su horquilla junto con sus dos amortiguadores traseros trabajan muy bien, con la dureza suficientemente para notar la carretera sin que peligren los empastes.

Foto 04 Triumph Thruxton 900

Curveando

El motor es una delicia, sin exprimirlo y trabajando por encima de las 5.000 vueltas te lleva donde quieras. Con la suficiente potencia para sacarte de cualquier curva sin volverte loco con el cambio y con la suficiente retención para no exigir demasiado a los frenos. Quizás fueron éstos los que más nos desilusionaron, en especial el delantero. Es verdad que cualquiera que esté acostumbrado a llevar motos con frenos radiales y de doble disco, le puede parecer a simple vista poco el único disco con pinzas de dos pistones que monta la Thruxton, que a pesar de no ser una moto para hacer tiempos en un circuito, va tan bien, que un segundo disco delantero o una pinza con más mordiente no le sobraría. Aún así, para un uso normal son suficientes… pero solo eso.

Foto 06 Triumph Thruxton 900

Más detalles

Tras devorar una buena cantidad de kilómetros, en los que no conseguimos más que aumentar nuestra confianza con la moto, decidimos visitar la gasolinera. Ya llevábamos unos kilómetros con el chivato, 100% retro, avisándonos y era una buena excusa para echarle otro vistazo a este bellezón mientras nos hidratábamos.

Como he dicho antes, los 4 chivatos que monta la Thruxton bajo sus dos relojes (cuentakilómetros y tacómetro) son de corte clásico, al igual que sus retrovisores colocados a los extremos del manillar, por los que se ve realmente bien. El tapón de la gasolina es cromado y tiene el inconveniente de no llevar llave. Su depósito, similar al de toda la familia Bonneville, es estrecho y redondeado, realmente bonito. El asiento biplaza, es cómodo y muy bien acabado, sobre él se puede poner un colín para acentuar el aspecto “racer”, siempre que no llevemos acompañante. Los escapes, son dos megáfonos, lo suficientemente levantados como para no tocar tumbando. Los reposapiés, van cubiertos de goma y llevan unos protectores de metal pulido taladrado, soberbios. Y por último el motor, que está lleno de tan buenos detalles como para babear un ratito con él.

Foto 09 Triumph Thruxton 900

 

On the road again

Una vez de nuevo en la moto, nos incorporamos a una autovía para buscar el abrigo de la ciudad, llevaba un rato lloviendo y no era plan de seguir tomando curvas. En las vías rápidas, sin superar en exceso el límite de velocidad, la moto va muy bien, apenas molesta el aire y el ocho y medio te permite salir de cualquier situación que te presente el tráfico. La posición de conducción y el aplome que muestra ayuda a devorar kilómetros sin apenas inmutarte, quizás alguna vibración cuando la subes de vueltas, pero que bicilíndrico nos las da… eso da carácter.

Llegamos a la ciudad y con ello el sol, entonces decidimos dedicarnos a lo que se presupone en una moto así… dejarte ver, y la verdad es que la gente respondió bien a nuestra provocación, en los semáforos llamas la atención y siempre que la dejamos aparcada, nos encontramos a la vuelta a alguien mirándola.

Aparte de esto, la Thruxton es una moto cómoda para el día a día de la gran ciudad, no es un scooter, evidentemente su música no la tocan los Who, pero cumple. Un pero son los retrovisores, es fácil tocar con ellos, y el manillar “Clubman” aunque no es tan espartano como unos semimanillares por debajo de la tija, en ciudad acaba pasando factura.

Foto 08 Triumph Thruxton 900

Como resumen, podemos decir que la Triumph Thruxton es una moto con mucha personalidad, bien acabada y que se adapta a más de un uso. Y si solo la quieres para sacarla brillo… es también perfecta.

FICHA TÉCNICA:

  • Precio: 9.595 €.

Parte motor

  • Motor: Bicilíndrico en paralelo.
  • Cilindrada: 865 cc.
  • Potencia: 69 cv a 7.400 rpm.
  • Par motor: 69 Nm a 5.800 rpm.
  • Caja de cambios: 5 velocidades.
  • Embrague: Multidisco en baño de aceite.
  • Transmisión final: Cadena.
  • Sistema de escape: Dos escapes en acero cromado, uno por cada lado

ciclo

  • Chasis: Doble cuna en acero tubular.
  • Distancia entre ejes: 1.510 mm.
  • Altura del asiento: 790 mm.
  • Peso total en seco: 205 kg.
  • Suspensión delantera: Kayaba, telescópica de 41 mm de diámetro, regulable en precarga.
  • Suspensión trasera: Kayaba, dos amortiguadores laterales regulables en precarga.
  • Freno delantero: Nissin, 1 pinza flotante de 2 pistones.
  • Discos delanteros: Un disco flotante de 320 mm.
  • Freno trasero: Nissin, 1 pinza flotante de 2 pistones.
  • Disco trasero: Disco de 255 mm.
  • Llantas: De acero cromadas con radios.
  • Rueda delantera: Metzeler Lasertec 100/90-18.
  • Rueda Trasera: Metzeler Lasertec 130/80-17.

4 Comments

  1. Pues no llegue a sobrepasar los 180km de marcador, debe estar entorno a esa cifra, de todas formas lo realmente bueno de su motor es lo lineal que entrega potencia, lo que la hace muy divertida en un puerto de montaña.

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