Rough Crafts profundiza en la estética creada con la Stealt Bullet, presentando su Asphalt Glider. Una transformación de una Harley Davidson Breakout 114 que es una muestra más del inagotable talento de Winston Yeh.
Metodología
Como nos decía el propio Winston Yeh: “La gente siempre tiene curiosidad sobre cómo se construye una motocicleta que nunca se ha hecho anteriormente (…) En realidad, es más fácil de lo que piensas. El cliente normalmente viene a nosotros queriendo una moto estilo “Rough Crafts«, y eso es un hecho, luego trato de averiguar cuál de nuestras motos le gustan más, qué estilo de conducción prefiere, etc. Entonces, la imagen borrosa del principio, poco a poco se hace más clara… al menos en mi cabeza.”
En el caso de Asphalt Glider, al cliente le gustaba especialmente una de las creaciones más galardonadas de Rough Crafts, la Sportster Stealt Bullet. Pero quería, algo con una actitud más “canalla” y sobre la base de una M8. Una especie de “Drag Street”, con una posición muy forzada gracias a la combinación de semimanillares y mandos avanzados.
M8 114
La moto donante elegida para este proyecto del afamado constructor taiwanés ha sido una Harley Davidson Breakout de 2022. Una moto nueva, de la que se han mantenido intactos su motor, un Milwaukee Eight de 114 pulgadas; su chasis doble cuna, tipo Softail; así como el basculante, fabricado en acero como el mencionado cuadro.
Retomando el tema del propulsor, este ha recibido algunas mejoras destacables. De ellas debemos mencionar un nuevo embrague hidráulico, firmado por Rebuffini; un filtro de aire de la propia Rough Crafts; o el impresionante sistema de escape dos en uno, con salida a media altura, también de la casa. Además, se le ha maquillado un poco, incluyendo nuevas tapas para balancines y caja de cambios de Arlen Ness, personalizadas para la ocasión.
Canalla
Como os decíamos, la apariencia “canalla” de la Asphalt Glider tiene mucho que ver con la estética “Drag Street” tan apreciada en el norte de Europa. Esta se consigue alargando y bajando el conjunto, pero sin perder un ápice de músculo. Para ello, se ha montado una espectacular horquilla, tipo paralelogramo, FG Racing Girder R, accionada por un amortiguador Öhlins. Que acoge una estrecha llanta de 23 pulgadas, con siete brazos dobles, fabricada por Arlen Ness en aleación. Junto a ella un par de pinzas radiales de Beringer Brakes, para discos de Roland Sands, accionadas con una maneta RR90 de Rebuffini, completan una delantera de ensueño.
En cuanto al trasero, aquí se ha apostado por músculo, mucho músculo. Como demuestra su llanta lenticular, de 15 pulgadas, calzada con un neumático Avon Cobra Chrome de 230/60. Un pedazo de goma que contrasta mucho con el 130/60 delantero, por lo que se decidió incluir una suspensión Legend Air Ride, con la que poder tener el guardabarros muy pegado al neumático cuando la moto estuviera estacionada.
Fluida
Una de las cosas más destacable de la Rough Crafts Asphalt Glider es la fluidez de líneas que ofrecen su depósito de gasolina y el conjunto que hacen el asiento con el guardabarros trasero. Como si de una gota de agua que fluyera desde el industrialismo estético que supone la ya mencionada horquilla de paralelogramo, aparece un estrecho y elegante depósito de gasolina, un poco retrasado para dar cabida a los semi-manillares. Que acoge una pequeña instrumentación digital y un tapón del catálogo de Rough Crafts. Ya en sus laterales, encontramos sendas insignias creadas por 2 Abnormal Sides, también presentes en las varillas de los empujadores. Tras él, un impresionante trabajo en cuero para el asiento monoplaza, con un exquisito patrón de rombos en sus costuras, descansa sobre un corto guardabarros fabricado en fibra de carbono que apenas se separa un dedo del neumático trasero con la moto en marcha… simplemente arte.
