Con la XTR Pepo La Guapísima, este taller madrileño nos vuelve a sorprender apostando por un caferacer solo pista con una estética mucho más divertida, casi circense, que sin embargo mantiene todo el carácter deportivo que ha marcado la trayectoria de Pepo Rosell.
Fotos: Rubén del Valle Producciones
En cualquier proceso creativo existe el riesgo de encasillarte y poco a poco apagar la magia que hacía especiales tus trabajos. No es el caso de Pepo Rosell, que, tras diversificar los propulsores usados en sus creaciones, mirando más allá de sus amadas Ducati, ha optado además por darles una apariencia más ecléctica y plural, como son el caso de la Raid, con base BMW R-nine T; y el que hoy nos ocupa: La Guapísima.
Pantah
Para empezar correctamente con el “despiece” literario que vamos a hacer de la XTR Pepo La Guapísima, vamos a fijarnos en su chasis. Este multi-tubular de acero, proveniente de una Ducati Pantah 600 TL, ha sido modificado para acoger un motor de mayor cilindrada, un nuevo basculante y una horquilla invertida. Así como otras piezas, como su carrocería, con las que Pepo Rosell ha transformado a esta tranquila sport-turismo, de mediados de la década de los ochenta, en un excitante caferacer.
Antes os mencionábamos el basculante y su horquilla, dos elementos con orígenes muy distintos. El primero perteneció en su primera vida a una Cagiva Elefant 350 y ha recibido para esta segunda el regalo de un amortiguador Öhlins. En cuanto a la horquilla, formaba parte de una Hyosung GT 650 y para esta nueva etapa se ha mejorado con unas tijas mucho más ligeras, donde van instalados unos elegantes depósitos de fluidos de Rizoma.
Lenticular
Siguiendo con la parte ciclo de La Guapísima, nos vamos a detener en sus ruedas. Ambas engomadas con unos neumáticos Continental Conti Sport Attack 4, de medidas: 120/60 y 160/60, delante y detrás respectivamente; y donde destaca sobremanera la cobertura lenticular de la trasera, con un impactante ajedrezado como decoración.
Unas llantas de 17 pulgadas, como manda la tradición entre las deportivas, sobre las que actúan un sistema de frenos compuesto de discos NG; y pinzas TCIC y Brembo. Un equipo que se completa con bombas de accionamiento y pastillas también de Brembo; latiguillos de Frentubo; y una maneta regulable y plegable XTR para el tren delantero, a la que acompaña una gemela en el embrague.
Cagiva Elefant
Una vez que conocemos la estructura de La Guapísima, pasemos a su corazón. Para esta nueva creación de XTR Pepo, se montado un motor Ducati de 900 cc y refrigeración aire, proveniente de una Cagiva Elefant Marathon. Al que se han montado pistones de alta compresión; un volante de inercia aligerado; y un kit de encendido Silent Hetkit, con 16 mapas. Junto a estas mejoras, unos carburadores Keihin FCR 39, apoyados por un filtro de aire de alto flujo DNA; un radiador de aceite RC Racing, para mejorar la refrigeración; un embrague antirevote Ducabike, combinado con un sistema de cambio rápido (quickshift); y un sistema de escape 2 en 1 de Wolfman, ponen a este bicilíndrico en el Siglo XXI… eso sí, manteniendo toda la nostalgia de aquellos míticos “pompone”.
Cuestión de actitud
Como se desprende del repaso dado al motor de La Guapísima, las intenciones son claras: hacer una deportiva pura y dura, y eso conlleva la inclusión de algunos detalles que le den la actitud necesaria. Lo primero es una posición de conducción acorde, lo que se ha conseguido con unos semimanillares XTR, colocados muy abajo; y unos reposapiés, instalados en los soportes destinados para los del pasajero. Volviendo a los semimanillares, estos incluyen puños, interruptor de encendido y un acelerador de recorrido corto de la firma Domino, todo muy deportivo, como la instrumentación elegida, una Aviacompositi, que da todo el protagonismo al régimen del motor.
Ladies and Gentleman… La Guapísima
Por último y no por ello menos importante, vamos a repasar la carrocería y la librea que decora a La Guapísima. Como no podía ser de otra manera y mostrando fidelidad a su estilo, esta deportiva opta por montar un escueto semicarenado, que ha precisado de una araña artesanal para su sujeción; una bañera fabricada en fibra de carbono, encargada de recoger las pérdidas de aceite en circuito; un coqueto guardabarros delantero; y un increíble colín de la serie MK2 de XTR Pepo, donde encontramos un exquisito trabajo de tapicería en su asiento. Mención aparte merece su estrecho y sinuoso depósito de combustible, hecho exprofeso, que se completa con un tapón de llenado de carreras fabricado mediante CNC.
Respecto a la Librea, nos parece todo un acierto y le da buena parte de su personalidad a La Guapísima. Sobre todo, por lo arriesgado que supone incluir un “flaming” rojo y amarillo, en una deportiva. Lo que resulta aún más desafiante, si nos fijamos en el clásico y evocador azul plateado que se usa de base, un color básico en la iconografía Ducati; y la utilización de una tipografía tan desenfadada, para el nombre, los dorsales y la marca. Sin duda un espectacular trabajo de Pintumoto que me recuerda las decoraciones de las motos y coches usados en los espectáculos pseudo-circenses tan típicos en los USA.
Postdata… Patrocinio
A nadie se nos pasa desapercibida la difícil situación que vive el sector de la motocicleta y en especial el mundo de las trasformaciones, al cual se persigue desde las instituciones como si del Diablo se tratara. Esto, hace que se agudice el ingenio entre nuestros constructores y una buena idea es combinar diferentes patrocinadores para seguir creando. La XTR Pepo La Guapísima es buen ejemplo de ello, donde han colaborado algunos de los “delincuentes habituales” con los que cuenta Pepo para sus motos, como son Pintumoto, Aviacomposity, Continental Spain o Vector Garage. A los que se ha unido, como sponsor principal: Irons Café Racer, una exquisita tienda madrileña, especializada en indumentaria “cool” para motoristas, donde ha quedado expuesto este precioso caferacer… ¡no te lo pierdas!
