Si hay una carrera que en sus comienzos aunaba épica y motor, esa es el Paris-Dakar. Una competición que exigía a motos y pilotos dar el 100 %. Hoy os presentamos la XTR Pepo Raid, con la que Pepo Rosell rinde tributo a uno de los grandes: Hubert Auriol.
Corría el año 1981, solo tres desde su primera edición, cuando un piloto muy singular ganaba el Paris-Dakar. Se trataba de Hubert Auriol, “El Africano”, que sobre su BMW GS80R entraba primero en la mítica meta situada junto al Lago Rosa. Después vendría otra victoria en moto y una en coches, además de un agónico abandono en la penúltima etapa, cuando iba primero destacado, tras romperse los tobillos a lomos de su Cagiva, lo que haría más grande su nombre.
Para muchos, Auriol simboliza el espíritu de los primeros Dakar, donde las asistencias no estaban tan presentes y sí la aventura. Uno de ellos es Pepo Rosell, que con su XTR Pepo Raid ha querido dar su propia interpretación del mito.
BMW
Como no podía ser de otra manera, para la creación de la XTR Pepo Raid se ha tomado como moto donante una BMW. Más concretamente una R-nine T del 2016. Una moto magnífica en todos los sentidos y que se está volviendo en una de las preferidas por los constructores artesanales. Algunas de sus características son las siguientes:
- Motor: Bicilíndrico boxer, refrigeración aire/aceite
- Cilindrada: 1.170 cc
- Potencia max.: 110 cv
- Par motor max.: 119 Nm
- Embrague: Seco monodisco con accionamiento hidráulico
- Transmisión secundaria: Cardan
- Chasis: Tres secciones de tubos de acero y motor autoportante
- Basculante: Monobrazo de aluminio tipo Paralever
- Suspensión delantera: Horquilla invertida, 46 mm
- Suspensión trasera: Amortiguador central regulable
Estética dakariana
Lo que marca la diferencia entre la XTR Pepo Raid y otras motos de corte similar, es lo estricto que se ha sido a la hora de rememorar la moto de Auriol. Para ello, se ha instalado un depósito de gasolina (26 litros), proveniente de una BMW GS 80 Paris-Dakar, que ha sido adaptado. Junto a él, se han instalado unos guardabarros, delantero y trasero, de Luis Moto, previa modificación. Y para acabar con los plásticos, se han montado unos dorsales muy similares a los que llevaba la moto del Paris-Dakar.
También debemos destacar en la carrocería dos piezas que viene de sendas motos españolas: Bultaco y Ossa. De la primera, se ha tomado la cúpula y la óptica, que ha sido decorada para la ocasión con el clásico número 100 de Auriol. Y de la segunda, ha sido la luz trasera la tomada prestada. Por último, los intermitentes también vienen de una moto española, aunque solo lo sea de fabricación, la Suzuki Dr. Big 50, una mini-trail que se montaba en Asturias.
Piezas italianas
Del catálogo de algunas empresas italianas han salido un buen número de piezas, gracias a los contactos de Pepo con el país Trasalpino. De Unit Garage son: los protectores para los cilindros, como en toda BMW bóxer una zona muy expuesta; y la preciosa maleta lateral, de corte vintage, hecha en algodón, que además incluye un soporte específico. De Luis Moto, además de los ya mencionados dorsales, es el asiento, que ha sido adaptado y tapizado para la ocasión. Por último, el manillar es de Acossato y el silencioso de Sil Moto.
Detalles
Para ir acabando, tenemos que detenernos en algunos buenos detalles. El tablero de instrumentos es de Motogadget, marca últimamente omnipresente entre los transformadores. El filtro de aire es del especialista griego DNA. También, se ha sustituido la batería original por una de litio de última generación tipo LiPO, para ahorrar peso. Y para el sistema de escape, se ha contado con Supermario, que en colaboración con XTR han creado un bonito 2 en 1.
Y como guinda y volviendo a la parte estética, se han montado dos luces auxiliares de Hella, modelo High Beam Projectors, Y se ha contado con unos viejos conocidos de la casa: Artenruta, para la pintura.