Este año se conmemoran los 80 años de la fundación de Moto Morini por Alfonso Morini. Una marca que se ha reinventado fabricando motos de una altísima calidad de manera artesanal. Un buen ejemplo, la nueva Moto Morini Milano.
La historia de Moto Morini está muy relacionada con la competición. Durante la post-guerra y casi hasta los setenta, estuvo presente en muchos campeonatos, ganando numerosos títulos del italiano. Además, sirvió de trampolín para muchos pilotos como el mismísimo Giacomo Agostini, que debutó con ella en el Mundial en 1963. El mismo año en que Tarquino Provini conseguía el subcampeonato del mundo de 250 cc, tras una apretada temporada en la que venció el sudafricano Jim Redman y su Honda de cuatro cilindros.
Pero además de brillar en la competición, Moto Morini también creó modelos de calle muy populares como el 3 ½. Es precisamente este icono de los setenta al que rinde homenaje la Moto Morini Milano. Una moto que combina tradición y modernidad en un cóctel bien preparado.
Artesanía y buen diseño
La Moto Morini Milano está ensamblada artesanalmente en Trivolzio, un municipio de la Lombardía de apenas 1.500 habitantes. Los materiales y piezas utilizadas para ello son el 99% italianas. Esta preciosa neo-retro es la primera de una nueva familia dentro la marca.
Para su diseño se ha contado con Angel Lussiana. Para crear la Milano, este prometedor diseñador ha partido de las formas y gráfica de la 3 ½ de los años setenta. Un conjunto en el que se aprecia la elegancia y estilo propios del diseño italiano.
Motor
El motor de la Moto Morini Milano es el denominado “Bialvero CorsaCorta”. Se trata de un bicilíndrico en “V” a 87º de 1.187 cc, que entrega 110 cv de potencia. Un propulsor fácil de llevar con una curva de par equilibrada y que como el motor de la 3 ½ es obra de Franco Lambertini.
Acompañándolo, se ha montado un espectacular sistema de escape basado en el que ha desarrollado el departamento One-Off de la marca para su exclusiva Ti22. En él, destacan sus colectores, que giran alrededor del motor casi abrazándolo, terminando en dos silenciadores superpuestos de aluminio.
Chasis y amortiguación
Su cuadro se mantiene firme a la tradición. Es un enrejado de tubos de acero, diseñado para dar un plus de comodidad y facilidad de uso en marcha. Misma estructura y material se ha usado para su bonito basculante.
La amortiguación de la Moto Morini Milano está firmada por el especialista boloñés Mupo. Está compuesta de una horquilla invertida con barras de 46 mm y pies hechos a partir de un solo bloque de aluminio. Es regulable en compresión, extensión y precarga y sus barras llevan un recubrimiento a base de carbono (DLC), que mejora su suavidad. También el amortiguador trasero es totalmente regulable y tiene un recorrido de 135 mm.
Ruedas y frenos
La Moto Morini Milano monta en el tren delantero dos pinzas radiales monobloque de cuatro pistones que actúan sobre otros tantos discos flotantes de 320 mm de diámetro. Detrás va un disco de 220 mm con una pinza axial de dos pistones. Todo este equipo está firmado por Brembo y va apoyado por un ABS Bosch 9.1 MP desconectable desde un botón alojado en el manillar.
Sus ligerísimas llantas de 17 pulgadas, están hechas de aluminio forjado y van pintadas en blanco. Acogen unos neumáticos Pirelli Angel GT de medidas 190 y 120, ideales para un uso turístico “allegro ma non troppo”.
Detalles y conclusiones
La Moto Morini Milano es para mirar despacio. Detalles como su corto guardabarros delantero, sujeto por dos pletinas metálicas taladradas; el asiento, que imita un colín monoplaza; la pantalla TFT de cinco pulgadas; o la tira metálica que recorre longitudinalmente su depósito de gasolina, son ejemplo del nivel de acabados que tiene esta moto.
Es una pena que a día de hoy no haya distribuidor en España, porque Moto Morini siempre tuvo bastante aceptación en nuestro país y con este modelo seguro que volvería a estar en la calle… a pesar de los más/menos 20.000 € que costaría.
