La pasión según Patrick Godet.
Hay cosas que no se pagan con dinero y esa es un poco la filosofía del francés Patrick Godet. Este afamado restaurador, piloto de motos clásicas y enamorado de las Vincent, consiguió del constructor suizo Fritz Egli el permiso para usar su nombre y así poder comercializar las Egli-Vincent desde su pequeña empresa “Godet Motorcycles SARL”.
La oferta de esta empresa artesanal se compone de dos modelos fabricados con los mayores niveles de calidad, tanto en los acabados como en la fidelidad a las versiones originales: el Cafe Racer y el Sport GT. En ambos casos el motor es el revisado Black Shadow de Vincent, de 998cc en V a 50º refrigerado por aire de cuatro marchas, con una salida de escape dos en uno por el lado derecho fabricada especialmente por ellos mismos. La Cafe Racer, como su propio nombre indica, es el modelo más deportivo, con un asiento monoplaza, un precioso semicarenado, colín al más clásico estilo de los 60, ambos en fibra de vidrio, y un estilizado depósito tipo banana en aluminio. El chasis, del que cuelga el motor, es de tipo “viga central” en acero con un acabado cromado, la horquilla delantera es una Ceriani de 35mm y para la amortiguación trasera se utiliza el clásico doble amortiguador. También es de resaltar su espectacular freno de tambor delantero en magnesio de la casa Fontana. El conjunto queda en unos buenos 172Kg en vacío, el mismo peso del modelo Sport GT, que tiene como diferencias el prescindir del semicarenado y montar un asiento doble, que nos permitirá compartir esta joya.
Hay que recordar que estas motos no son restauraciones, son modelos totalmente nuevos, fabricados siguiendo las directrices marcadas por Egli y que son entregados rodados y comprobados hasta el último tornillo. Además al estar hechas a mano el futuro propietario puede introducir un gran número de variaciones a su gusto, incluyendo la posibilidad de montar un motor con más prestaciones para correr en clásicas. Sin duda todo un lujo sobre dos ruedas.