BMW R5 HOMMAGE, TRADICIÓN CON AIRE CUSTOM

Foto 01 BMW R5 Hommage

BMW en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2016.

Para celebrar el 80 aniversario de la creación de la BMW R5, la marca bávara ha decidido participar en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este con una interpretación de esta moto con un aspecto más “bobber”, la BMW R5 Hommage.

Para la creación de la BMW R5 Hommage, se ha contado con la participación de uno de los talleres de transformaciones de motos más reconocido de Europa, los suecos de Unique Custom Cycles, y un motor proporcionado por el gurú de las BMW clásicas, Sebastian Gutsch.

Foto 02 BMW R5 Hommage

Concorso d´Eleganza Villa d´Este

El Concorso d’Eleganza Villa d’Este, es un evento que se celebra cada año en el lujoso Grand Hotel Villa d’Este. Se trata de un concurso de elegancia en el que solo se tiene en cuenta la belleza de las piezas que concursan. Se celebró por primera vez allá en 1929, bajo el nombre de Coppa d’Oro Villa d’Este, dedicado exclusivamente a coches. Tras un parón obligado por la II Guerra Mundial, entre 1940 y 1947, y su definitivo cierre en 1951, vuelve a la vida en 1995, aunque no es realmente hasta 1999, bajo el mecenazgo del Grupo BMW, cuando recupera todo su esplendor, incluyendo año tras año nuevas categorías y recibiendo cada vez más atención por parte de los aficionados al mundo del motor.

Foto 04 BMW R5 Hommage

Motor boxer

En esta edición, BMW Motorrad ha querido rendir homenaje a uno de sus modelos míticos, la R5, que cumple 80 años. Aquella moto fue desarrollada por el celebrado ingeniero Rudolf Schleicher, montaba un novedoso chasis fabricado a partir de tubos ovales soldados eléctricamente, que albergaba un motor boxer de 500 cc y entregaba 24 cv a 5.500 vueltas. Gracias a su relación peso/potencia, rápidamente se convirtió en una de las asiduas a las parrillas, superando en ocasiones a su intimidante hermana mayor de 750 cc, la R17. Era la época dorada de BMW en las competiciones de motos.

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Un toque sueco

Para el proyecto de la BMW R5 Hommage, el equipo de diseño de BMW Motorrad ha contado con la colaboración del taller sueco Unique Custom Cycles de los hermanos Ronny y Benny Noren. Estos nórdicos, además de encargarse de fabricar la carrocería y el chasis, se han ocupado de reconstruir las piezas que le faltaban al motor, una unidad proporcionada por Sebastian Gutsch, uno de los más reconocidos restauradores de mecánicas BMW de entre-guerras. Este propulsor fue uno de los utilizados en carreras y además de sus ocho décadas de “solera” estaba dañado, lo que ha sido aprovechado para incluir algunas mejoras, como un nuevo compresor y un escape doble de acero inoxidable, con sus bocas de fibra de carbono, con lo que se ha mejorado la entrega de potencia y la fiabilidad del conjunto.

Foto 07 BMW R5 Hommage

El chasis se ha creado desde cero, manteniendo los tubos ovalados del original, pero dándole un aspecto más «bobber» al aumentar el ángulo de la pipa de dirección. En ella se aloja una reinterpretación de la en su momento innovadora horquilla telescópica de la R5, donde se han modelado las cubiertas de las barras en su parte alta, a la altura del faro, consiguiendo una apariencia más ligera.

Foto 03 BMW R5 Hommage

Parte ciclo vintage

También es de nueva creación la suspensión trasera de la BMW R5 Hommage, con un único amortiguador colocado verticalmente detrás del motor, que actúa sobre un basculante que mantiene el aspecto del primer modelo. Sus llantas son de radios y montan unos grandes neumáticos de estilo “vintage”, la trasera es especialmente llamativa al llevar integrado, además del disco, la pinza de freno, que como en el caso del tren delantero, es radial. Otros dos elementos también destacables son las manetas del freno delantero y el embrague, ambas son regulables en distancia mediante una rosca, están fabricadas en aluminio, y combinan su aspecto “high-tech” con su colocación en los extremos del manillar, como se hacía en las motos de antaño.

Foto 05 BMW R5 Hommage

Carrocería artesanal

En cuanto a la carrocería de la BMW R5 Hommage, está compuesta por solo dos piezas: un depósito de gasolina tipo lágrima y el guardabarros trasero, ambos hechos a mano por los hermanos Noren. Sobre estos elementos se ha aplicado el clásico color negro con líneas blancas de las BMW de carreras de los treinta, pero dándole un toque al más puro estilo “custom”, gracias a su impactante acabado metálico y a incluir zonas semi-transparentes de efecto ahumado que permiten ver el metal desnudo. Esta librea, combinada con el aluminio pulido de la cubierta de válvulas y otras piezas del motor y el espectacular trabajo realizado en su sillín a base de cuero de primera calidad cosido a mano, son la guinda perfecta para este elegante homenaje (hommage) hecho en honor a una de las grandes motos de la historia.