Tras más de veinte años de presencia ininterrumpida en el catálogo de Harley Davidson, la Road King es un valor seguro, una moto que no engaña a nadie y que hemos probado durante una semana, comprobando porque es la «Reina de la Carretera».
La primera versión de la Harley Davidson Road King apareció en 1994, convirtiéndose en todo un éxito de ventas. Combinaba la comodidad de las turísticas de la marca con un aspecto más custom, muy de moda en los noventa.
Todavía recuerdo la primera vez que vi una Road King. Por aquel entonces empezaba a viajar en moto, y ver la capacidad de carga y el buen aspecto de aquella Harley Davidson me dejó con la boca abierta. Igual que su precio, muy alejado del presupuesto del que disponía por aquel entonces. Así que unos cuantos años después (por favor no echéis la cuenta), en cuanto he tenido la oportunidad, la he aprovechado.
Tráfico, semáforos…
Como suelo hacer siempre, mis primeros kilómetros en cualquier prueba los dedico a circular por ciudad. No es que sea masoquista, es que hay que ser un poco profesional y prefiero quitarme lo malo al principio.
La Road King, como su nombre indica, brilla en otros ambientes. El tráfico denso, los atascos y el callejear no es su fuerte. Es una moto de 380 Kg en orden de marcha, 1.625 mm de distancia entre ejes y con bastante peso en el frontal, lo que la hace bastante torpe. Sin embargo, gracias a la incorporación del nuevo Milwaukee-Eight, la experiencia es bastante llevadera. Este nuevo motor es más lineal y tiene un tacto más suave, lo que unido a una nueva frenada Reflex Brembo, electrónicamente combinada, permite disfrutar de los bulevares y avenidas de nuestra ciudad mientras te dejas admirar por los urbanitas.
Curvas y adelantamientos
Tenemos que volver a hablar del Milwaukee-Eight (de 1.745 cc), porque es en las carreteras convencionales donde realmente se nota la mejoría respecto a anteriores propulsores. Ahora, gracias a este nuevo bicilíndrico, bien apoyado por su caja de cambios de seis velocidades, maniobras tan habituales como un adelantamiento o la circulación por un sinuoso puerto de montaña, son mucho más fáciles y seguras.
También, parte del mérito es de la nueva parte ciclo, que incluye una amortiguación compuesta por una nueva horquilla Showa “Dual Bending Valve” y dos amortiguadores traseros de emulsión, fácilmente regulables; que actúan sobre unas llantas de aluminio modelo “Impeller” de 17 y 16 pulgadas, calzadas con neumáticos de medidas 130/80 y 180/65, delante y detrás en ambos casos.
Fue en este tipo de carretera donde la Road King 2017 me sorprendió, permitiéndome disfrutar de mis curvas preferidas, a un ritmo cómodo y seguro. Es una moto, que a poca experiencia que tengas te arranca una sonrisa por su tacto y nobleza.
Dos, tres o cuatro carriles
Pero es en las vías rápidas donde la Road King se desenvuelve a la perfección. Aquí es donde la gran pantalla/para-brisas; sus comodísimos asientos para el conductor y acompañante; la gran capacidad de carga de sus maletas; y la posición de conducción, con un manillar muy bien situado y unas amplias plataformas, te invitan a viajar, solo o acompañado, y sacarle el máximo partido a su faceta turística.
Además, tenemos que recordar que Harley Davidson nos ofrece un extenso catálogo de piezas que nos permitirá personalizarla a nuestro gusto, mejorando aún más si cabe la experiencia de conducción.
La misma moto, tres opciones
Para acabar, quiero mencionar que el modelo que probamos es el estándar, con un precio que parte desde los 26.500 €, y que junto a esta Road King existen otras dos opciones: La Classic y la Special.
La Road King Classic, se diferencia básicamente por montar llantas de radios, con neumáticos con banda blanca, y maletas forradas en cuero, lo que le da un aspecto más “fifties”.
En cuanto a la Special, se podría decir que es la versión Dark Custom, aunque la MoCo no la incluya en esta gama. Aquí los cromados se han sustituido por negro; se han retirado los faros auxiliares, la pantalla y otros extras; y se han montado unas espectaculares llantas “Turbine”, consiguiendo darle un aspecto más custom. Su precio es de 27.500 € unos 1.000 más que las Classic.
Algunas características
- Precio: 26.500 €
- Motor: Milwaukee-Eight 107
- Cilindrada: 1.745 cc
- Sistema de escape: Escape doble 2-1-2 cromado con silenciadores cónicos
- Par motor max.: 150 Nm a 3.250 rpm
- Chasis: Tipo doble cuna en acero
- Basculante: Doble brazo en acero
- Suspensión delantera: Horquilla Showa “Dual Bending Valve”, 49 mm
- Suspensión trasera: Dos amortiguadores de emulsión regulables
- Llanta delantera: Aluminio “Impeller” 17” x 3”
- Neumático delantero: Dunlop “Multi-Tread” 130/80B17 65H
- Llanta trasera: Aluminio “Impeller” 16” x 5”
- Neumático trasero: Dunlop “Multi-Tread” 180/65B16 81H
- Freno delantero: Dos pinzas Brembo “Reflex” con discos flotantes de 300 mm
- Freno trasero: Pinzas Brembo “Reflex” con disco fijo de 300 mm
- Distancia entre ejes: 1.625 mm
- Altura del asiento: 705 mm
- Peso en seco: 362 kg
- Capacidad depósito de gasolina: 22,7 L