Durante una semana del mes de mayo le hicimos a este “bagger” premium más de 500 kilómetros de lo más variados. Estas son las sensaciones que nos trasmitió esta bella y oscura Harley Davidson Street Glide Special mientras rodábamos por los bellos paisajes de la Sierra de Gredos y el Valle del Jerte.
La gama Touring de Harley Davidson es de las más extensas del mercado, todas fieles a la filosofía de la marca, unas se decantan por ofrecer una gran capacidad de carga, otras por carenados anclados al chasis e incluso las hay donde el lujo es su seña de identidad, sea como fuere hay un “bagger” para todos los gustos. Durante siete días hemos probado la Street Glide Special, la más equilibrada de este amplio catálogo a mi entender por las siguientes razones: esta Harley Davidson combina el increíble Milwaukee Eight de 114 pulgadas con una más que correcta capacidad de carga de 70 litros y una estética oscura y poco recargada que le da ese toque “canalla” que me gusta que tenga una HD. Pasemos a la prueba.
Contundencia
Cualquiera que me conozca un poco sabe que tengo debilidad por el nuevo Milwaukee Eight que propulsa a los actuales Big Twins de HD, y si es el de 114 pulgadas mejor. Durante la semana que pasamos con la Harley Davidson Street Glide Special, comprobamos que este gran bicilíndrico de 1.868 cc es el idóneo para un modelo de estas características, entregando unos contundentes 163 Nm de par motor a 3.000 rpm que le permiten enfrentarse con solvencia ante cualquier situación. Mientras ofrece una equilibrada combinación de las típicas sensaciones propias de las motos de esta firma americana con la última tecnología que ha acompañado la llegada de las cuatro válvulas por cilindro a estos motores.
Gredos vs Milwaukee I
Por lo que pudimos apreciar durante nuestro paseo por la revirada geografía de la Sierra de Gredos, este motor se siente cómodo entre las 2.500 y 3.500 vueltas. Una horquilla de revoluciones mucho más amplia de lo que parece y que nos permitió jugar con la tercera, cuarta y quinta marcha mientras enlazábamos curvas. Algún garrote más cerrado de lo deseado nos obligó a bajar a segunda, aunque se podría haber pasado sin problemas en tercera con un poco más de experiencia con esta moto. En cuanto a la sexta, es una marcha tipo “overdrive”, ideal para largas rectas pero que pierde su razón de ser en este entorno, aunque es bueno meterla de vez en cuando para rebajar los consumos.
Como os decía, a 3.000 rpm la Harley Davidson Street Glide Special va muy bien, situándose por encima de los 120 km por hora dependiendo de la inclinación del terreno. Debemos pensar que los 379 kilos en orden de marcha más el conductor, el pasajero y el equipaje influyen mucho cuando el terreno se inclina, tanto positiva como negativamente. Lo que más me gustó del 114 es su suavidad y respuesta, en los adelantamientos responde según abres gas empujando con contundencia hasta las 6.000 vueltas, sin los “tosidos” y traqueteos propios de modelos anteriores… una auténtica gozada.
Capacidad
Una de las razones de ser de este tipo de motos es su capacidad de carga. Como buen “bagger”, la Street Glide Special incluye dos grandes maletas rígidas situadas a cada lado. Ofreciendo ambas una capacidad de carga de más de 70 litros, que, sin embargo, dada sus formas, obliga a aprovechar sus recovecos para optimizar su aprovechamiento. Buenos detalles son su cómodo mecanismo de cierre y la existencia de una cerradura con llave.
Batwing & Boom! Box GTS
Volviendo a la filosofía “bagger”, otra característica propia de estas motos son sus grandes carenados frontales. La Street Glide Special monta uno tipo “batwing”, con cúpula baja tintada, tras el cual, se aloja la instrumentación y el impresionante sistema multimedia Boom! Box GTS. Un completo sistema de info-ocio con GPS, conectividad con móviles y otras opciones, que podemos gestionar mediante unos botones situados en las piñas del manillar o simplemente a través de su gran pantalla TFT, incluso con los guantes puestos. También hay que mencionar la visión que ofrecen los retrovisores integrados dentro del mismo, que me encantó. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de la protección de su bonita cúpula que no protege lo deseado… Ya sabes, la eterna lucha entre lo bonito y lo práctico.
Comodidad
La verdad es que para cualquier motorista que no esté familiarizado con una “touring” americana las dimensiones pueden intimidarle. Si al ya mencionado peso le sumamos una distancia entre ejes de 1.625 mm, con una longitud total de 2.425, y una anchura más que considerable, el cóctel es abrumador. Sin embargo, si le damos unos kilómetros de margen y adaptamos nuestra conducción a esta nueva realidad, las sensaciones que transmite la Street Glide Special son más que agradables. Buena parte de ello es gracias al buen trabajo ergonómico que se ha hecho en esta moto, el triángulo que hacen su cómodo y amplio sillín; el alto manillar; y sus grandes plataformas es perfecto para mi gusto.
Quizás, algunos peros importantes son el excesivo peso colocado sobre la horquilla y la caída que tiene en su parte trasera el asiento del acompañante. Dos peros, que para subsanarlos tendríamos que cargarnos la estética de esta moto, lo que sería un pecado.
Gredos vs Milwaukee II
Este proceso de adaptación que os mencionaba en un entorno como las carreteras de la Sierra de Gredos y el Valle de Jerte exige un plus de atención. No es que sea difícil circular con la Street Glide Special por estos bellos paisajes, todo lo contrario, sino que como decía antes hay que hacerlo como se debe hacer, acomodando nuestra conducción a la distancia de ejes, ángulo de giro, altura al suelo y peso de esta moto. Si así hacemos, nos veremos flotando de curva en curva a más velocidad de la que esperábamos, comprobando lo bien que trabajan las nuevas suspensiones que incorporan toda la gama touring y lo rígido y estable que es su chasis.
Pero no todo es perfecto, como me suele pasar con todas las Harley que he probado, el tema frenos no me convence. Es una pena que una moto como esta tenga un sistema de frenos tan poco progresivo, si bien es bastante mejor que en versiones anteriores y además incluye un cómodo sistema combinado, no acabó de gustarme a pesar de su contundencia, porque frenar, frena. Creo que una mejora sencilla que se podría incluir sería una bomba radial que permitiese modular más la frenada.
Oscuridad
Retomando el tema estético, esta moto es realmente bonita. No es una apreciación mía, es lo que todo el mundo te dice la dejes donde la dejes. Te pueden gustar más o menos los grandes “baggers” de Harley Davidson, pero tienen algo y la Street Glide Special aún más. La razón, es la sustitución de los cromados por negro brillante, presente en la horquilla, el manillar la consola del depósito e incluso en el escape. Un color que nos recuerda a grandes “héroes” o “villanos”, la diferencia siempre es mínima, como Darth Vader o Batman, y cuya atracción podemos describir con una frase: “Good Guys Wear Black”.