KTM SUPER DUKE 1290 GT

7 días con la Sport Touring de la marca austríaca

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En KTM se distinguen por hacer las cosas a su manera. Un buen ejemplo es la KTM Super Duke 1290 GT, una versión turística de su naked de altas prestaciones que se enorgullece de ser la V-Twin más rápida de su segmento. ¿Será todo lo fiera que parece?

Llegada al mercado en 2016, la KTM Super Duke 1290 GT es una Sport Touring que supone una alternativa a los modelos turísticos de amortiguación alta de la marca. Una moto con un claro ADN deportivo al que suma una gran capacidad como viajera.

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Durante una semana tuvimos la oportunidad de probarla en ciudad, autopista y carreteras convencionales, comprobando que es una de las motos más completas del mercado.

Potencia bajo control

Su motor V-Twin a 75º de 1.301 cc, deriva del montado en la Super Duke R. En él se han adaptado culatas y cigüeñal para ofrecer una potencia de 173 cv, con un par de 144 Nm, que se entregan de una manera suave y lineal. Esto es en gran medida gracias a su evolucionado sistema Ride-by-Wire, que se adapta en tiempo real a cada momento del pilotaje, y a su bonito escape de acero inoxidable, con válvula incorporada.

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Conducir esta KTM es una auténtica delicia. A pesar de sus imponentes cifras, es una moto que a poca experiencia que tengas es bastante fácil de llevar. Su embrague anti-rebote (PASC) es auténtica mantequilla y el Quickshift, funciona bastante bien a la hora de subir marchas, siempre que cambiemos a un régimen apropiado. Además, su completo paquete electrónico nos ofrece tres modos de control de tracción (MTC): Rain, Street y Sport.

Otro detalle importante es su consumo. Durante la prueba se mantuvo entorno a los 6 litros por cada 100 km, lo que está bastante bien para un pedazo bloque motor como este.

Parte ciclo de altísimo nivel

Alrededor del mencionado bicilíndrico, conformando su chasis, encontramos un entramado de tubos de acero al cromo-molibdeno, cortados por láser. Este se completa con un elegante basculante monobrazo y unas llantas de aleación ligera calzadas con neumáticos Pirelli Angel GT.

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Su equipo de suspensiones está formado por una horquilla invertida con barras de 48 mm de diámetro firmadas por WP, marca perteneciente al grupo KTM, que también firma el amortiguador trasero y el de dirección. Este sistema de suspensiones semiactivo, está gestionado por la centralita SCU, que permite elegir entre tres opciones: Comfort, Street y Sport. Por si fuera poco, también se puede configurar si vamos a ir acompañados o con carga.

En cuanto a su frenada, delante encontramos unas contundentes pinzas flotantes Brembo monobloque de cuatro pistones con anclaje radial y discos de 320 mm. Detrás, una pinza de anclaje axial de dos pistones y disco de 240. Todo ello integrado en el sistema de control de estabilidad (MSC), con ABS sensible al ángulo de inclinación y frenada combinada. Además, tenemos la opción de un divertido modo Supermoto que deja el tren trasero sin ABS.

Sin lugar a duda, una de las mejores parte ciclo de su segmento. Que ofrece confianza tanto en curvas ratoneras como de alta velocidad, manteniéndo la moto por su sitio como si fuera por un rail.

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Ergonomía polivalente

Como buena turística, se ha prestado especial atención al apartado ergonómico. Sus estriberas están situadas bastante bajas, con sus palancas de freno y de marchas ajustable en tres posiciones. También se puede adaptar, en más de 22 mm y cuatro posiciones, su ancho manillar, lo que nos permite encontrar la posición perfecta tras su más que correcta cúpula, la cual podemos elevar a nuestro gusto, fácilmente con una mano.

Para la elaboración de su Instrumentación se ha contado con el especialista VDO. Está compuesta de un display central de LCD, con un cuentarrevoluciones analógico, al que acompaña un segundo display, también de LCD, que ofrece información adicional.

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Siguiendo con las bondades de Super Duke GT a nivel touring, esta KTM monta luces cuneteras LED a cada lado de su depósito de gasolina. Estas luces incorporan tres segmentos LED, que se aprovechan del sensor de inclinación del sistema MSC. Dependiendo de la inclinación, se usan uno, dos o tres segmentos, proporcionando una visión perfecta del ápice de la curva. Junto a estas luces cuneteras encontramos los intermitentes LED.

Por último, tenemos unos soportes de maletas integrados en el colín que simplifican enormemente el montaje y retirada de las maletas que nos ofrecen como accesorio. El modelo que probé las llevaba y me sorprendió la capacidad de carga que tenían y lo fácil que se desmontaban… incluso para mí.

Dimensiones y ayudas electrónicas

Si bien esta KTM se ve grande a primera vista, una vez en marcha es todo lo contrario. Gracias a su altura, desde el asiento de 835 mm y libre al suelo de 140 mm; su ajustado peso de 205 kg, 228 con el depósito lleno; y su agresiva distancia entre ejes de 1.482 mm, la Super Duke GT es una moto realmente ágil y divertida de conducir, que nada tiene que envidiar a ninguna naked deportiva.

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Para acabar, os voy a enumerar otros sistemas que incorpora la Super Duke GT con los que se hace aún más agradable y segura la experiencia de conducirla. El sistema de presión de neumáticos (TPMS), que como su propio nombre indica informa al conductor de una perdida de presión o un daño en un neumático. El desconectador de intermitentes automático, que actúa tras 10 segundos o 150 metros recorridos. Y los clásicos y por ello no menos útiles puños calefactables y control de crucero.

Resumiendo, una completísima y polivalente moto de alta prestaciones, que es una muy buena opción para aquellos que quieren una turística y no les va la estética “dakariana” tan de moda en estos últimos tiempos.

Foto 02 KTM Super Duke 1290 GT