Con la llegada de las 1100, la gama Scrambler de Ducati da un importante paso cualitativo, llegando así a un público más exigente. Hoy nos vamos a parar en el modelo más deportivo y completo, la Ducati Scrambler 1100 Sport.
Como pasaba con las Scrambler de los 60, era cuestión de tiempo que la familia creciera. Si en aquellos tiempos había tres motorizaciones 250, 350 y 450, hoy Ducati propone estas tres: 400, 800 y la recién llegada gama 1.100.
Motor para ortodoxos
El motor de la Ducati Scrambler 1100 Sport es un bicilíndrico a 90º de 1.079 cc. Se trata de todo un regalo para los “ortodoxos” de la marca, gracias a sus dos válvulas por cilindro y refrigeración por aire. Este inédito Desmodue, cumple con la Euro-4, entrega 86 cv con un par de 88,4 Nm a tan solo 4.750 rpm.
Buscando aumentar la facilidad de uso, se ha Incluido un acelerador electrónico, Ride by Wire; dos bujías por cilindro; y una sobredimensionada caja para el filtro de aire, lo que proporciona una entrega de potencia suave y lineal. Además, se ha montado un cambio de seis velocidades, apoyado por un embrague anti-rebote con accionamiento hidráulico.
Estéticamente este propulsor es realmente bonito, sumando a su apariencia vintage unas tapas de aluminio con acabado mecanizado para el embrague, el alternador y las correas de la distribución. También ayuda a realzar su belleza el sistema de escape 2-1-2 con salida alta, al que se puede colocar unos espectaculares silenciosos Termignoni… casi obligatorios para este modelo.
Chasis a medida
El aumento de cilindrada ha obligado a crear un nuevo chasis, eso sí, muy similar al de toda la familia. Se trata de un doble viga multitubular de acero, al que se une un subchasis de aluminio. Este mismo material, es el usado en el basculante, un doble brazo de color negro sobre el que actúa un eficiente amortiguador Öhlins, claramente visible en el lado derecho de la moto.
Öhlins también firma las barras de la horquilla, unas invertidas de 48 mm y 150 mm de recorrido, totalmente regulables. Este exquisito equipo actúa sobre unas llantas de aluminio, con acabado mecanizado en sus brazos, de 18 y 17 pulgadas delante y detrás respectivamente. En cuanto a los neumáticos, han sido creado específicamente por Pirelli para las Scrambler 1100 a partir de un modelo de enduro.
Carrocería y ergonomía
La Ducati Scrambler 1100 Sport, monta un depósito de gasolina de acero con paneles laterales desmontables en aluminio negro. Todo él está pintado en negro brillante, con sus laterales y bandas longitudinales en amarillo. Combinación de color que también lucen sus guardabarros, donde destacan las dos elegantes piezas en aluminio desnudo que sujetan el delantero a la horquilla.
Su asiento, combina dos materiales cosidos con hilo amarillo y tiene una altura al suelo de tan solo 810 mm. Esta altura, unida a su manillar plano de sección cónica y sus reposapiés, proporcionan al piloto un control total. Sus otras cotas son: 1.514 mm de distancia entre ejes y 189 kg de peso… apta para todos los públicos.
Electrónica y seguridad
Como se espera de una Ducati moderna, la Scrambler 1100 Sport viene con una electrónica de primer nivel. Para empezar, incorpora un ABS Bosch 9.1 MP con asistente en curva, combinado con unas pinzas radiales monobloque Brembo delante. Además, se ha incluido un sistema de control de tracción con 4 niveles, creado especialmente para estas Scrambler. Por último, existen tres modos de conducción: Active, Journey y City, que combinan distintas potencias, respuesta del acelerador y control de tracción.
En su completa instrumentación LCD, además de la lógica información podremos acceder a la proporcionada por el Ducati Multimedia System. Un accesorio más a unir los que ofrece Ducati junto a toda un línea de equipación.
Conclusiones
La Ducati Scrambler 1100 Sport se convierte en la punta de lanza de esta gran familia. Unas motos creadas por y para la diversión de sus propietarios. Fáciles de personalizar y muy acordes a lo que hoy demanda el mercado. Con la Sport, además, se consigue una moto mucho más eficaz para un uso deportivo, lo que atraerá a muchos niños “grandes” … ¡Quiero una!