Durante el pasado verano, Deus ex Machina presentó en su local de Venice Boulevard, «The Emporium of Postmodern Activities», la última creación de Michael Woolaway, la Ago TT.
Michael Woolaway, director de diseño de motos de Deus ex Machina USA, ha creado la Ago TT a partir de una MV Agusta Brutale 800RR. Un encargo de la firma italiana como homenaje a su glorioso palmarés y a su más laureado piloto, Giacomo Agostini.
Hablar de MV Agusta es hablar de la marca de motos más laureada del siglo XX, buen ejemplo de ello es su impresionante palmarés, con un total de 63 campeonatos del mundo en distintas competiciones, donde 18 de ellos se consiguieron en la categoría reina, los 500 cc. Pilotos como Carlo Ubbiali, John Surtees, Mike Hailwood, Phil Read y Giacomo Agostini defendieron sus colores en las décadas de los 50, 60 y 70, siendo el último, el piloto con más títulos mundiales en Grandes Premios de todos los tiempos: 15 (13 con la marca italiana) y uno de los más admirados por las diez victorias que cosechó en la peligrosa prueba que se celebraba en la Isla de Man, el Tourist Trophy, de ahí el nombre de esta moto: Ago TT.
En honor a esta gloriosa etapa deportiva, nace la Ago TT en colaboración con MV Agusta, fabricante de algunas de las motos deportivas más exquisitas, y Deus ex Machina, uno de los referentes actuales en el mundo de la customización de motos, una actividad que combina con la venta de ropa, accesorios y otros productos y la gestión de sus cinco restaurantes/café, situados en: Sydney, Bali, Harajuku (Tokio), Milán y en Venice (California)
Moto donante
Para este encargo, se ha tomado como moto donante una MV Agusta Brutale 800RR, una de las más sofisticadas naked deportivas del mercado. Se trata de una tricilíndrica en línea, con 12 válvulas DOHC por cilindro, y refrigeración líquida, que cubica 793cc. Este propulsor entrega una potencia de 140 cv a 13.100 rpm con un par máximo de 86 Nm, potencia de sobra para sus escuetos 168 kilos. Le acompaña un chasis que combina una estructura multitubular de acero ALS en su parte delantera con una posterior en aleación de aluminio, de la que parte su elegante basculante monobrazo y una horquilla invertida, totalmente regulable, con barras de 43 mm firmada Marzocchi. Todo lo mencionado hasta ahora, junto con sus ligeras llantas de aleación ligera de 17 pulgadas se ha mantenido intacto en la Ago TT.
Primo Selotti
La auténtica transformación de esta MV Agusta se ha centrado en su carrocería, tomando como referencia el trabajo que realizó en las motos de carreras de la marca Primo Selotti, un visionario que introdujo en el diseño de los depósitos de gasolina y carenados todo lo aprendido en su etapa profesional en la aeronáutica. Centrándose en la aerodinámica y en mejorar la ergonomía, acomodando mejor a los pilotos para ser más rápidos.
Carrocería artesanal
Con esta premisa, Michael Woolaway se puso manos a la obra para conseguir un depósito de gasolina y un colín que estuviese a la altura. Para el depósito tuvo que trabajar sobre siete piezas distintas de aluminio, que tras modelar manualmente soldó consiguiendo el resultado deseado al segundo intento. Una ardua tarea que se completó con la fabricación de un nuevo subchasis, donde se acomodó la electrónica de la moto, escondida bajo un colín de aire retro. El resultado final, una de las carrocerías más bonitas de los últimos tiempos, elogiada por el mismo Giovani Castiglioni, dueño de MV Agusta.
Un sistema de escape a la altura
Otra pieza que obligó a sacar lo mejor de Woolaway fue el sistema de escape. Para conseguir la típica imagen de los tubos de escape de las motos de carreras del Conde Agusta, se instalaron dos megáfonos de 27 pulgadas de Cone Engineering, unidos a unos colectores fabricados artesanalmente a partir de unas 30 pequeñas secciones soldadas entre sí. Posteriormente se le aplicó al conjunto una capa cerámica en negro y se colocó en la boca de los escapes dos remates de Roland Sands Design.
Parte ciclo de escándalo
Pero no todo ha sido carrocería y trabajo artesanal. Para mejorar el sistema de amortiguación, Öhlins USA colaboró aportando un amortiguador trasero especialmente tarado para la moto. También se ha instalado un Kit de frenos Beringer BRO14 para el tren delantero, al que acompaña una maneta del embrague de la misma marca, todo ello anodizado en un impactante rojo.
Posición 100% deportiva
Como no podía ser de otra manera, también se ha trabajado en la ergonomía de la moto, haciéndola más deportiva, para lo que se ha instalado unos semi-manillares de la alemana LSL, sobre unas tijas artesanales de Durelle Racing, y un Kit de mandos retrasados, para el accionamiento del freno trasero y del cambio, modelo RRC de Rizoma. Por último, para acentuar el carácter “solo pista” de la Ago TT, se ha prescindido de luces, intermitentes y demás, manteniendo como única instrumentación un tacómetro de Scitsu y se han montado unos neumáticos “slick” de Pirelli.