La nueva MV Agusta Superveloce 1000 Serie Oro, supone según la casa de Schiranna la creación de un nuevo segmento: las Superdeportivas Neo-Retro. ¿Es esto verdad? O simplemente se trata de un ejercicio de estilo sin más recorrido. Nosotros os damos nuestra opinión a continuación.
Son muchas las marcas de motos que apuestan por la estética vintage. Desde hace años hemos visto numerosos ejemplos de esta añoranza por el pasado en forma de caferacers, scramblers u otros tipos de motocicletas neo-retro. Modelos de fábrica que hacen suyas las líneas que lucían en el pasado algunas de las motos que más han influido en el imaginario de todo buen aficionado. Pero siempre se puede ir un paso más allá y esto es lo que han hecho en el CRC (Cagiva Research Center). Retorciendo un poco más el aclamado concepto Superveloce y dando a luz la exclusiva MV Agusta Superveloce 1000… Serie Oro.
No solo estética
Para empezar con esta pequeña aproximación a la MV Agusta Superveloce 1000, debemos detenernos en su proceso de creación. Donde se han usado tecnologías de vanguardia, como el escaneo y modelado 3D; o el CFD (Computer Fluid Dynamics). Para ello primero, vamos a reproducir las palabras del director de I+D, Brian Gillen, que decía lo siguiente:
“La aplicación de la tecnología, no se ha concentrado exclusivamente en la motocicleta en sí, sino en todo el proceso de producción: desde las herramientas de diseño, pasando por las herramientas de desarrollo, hasta el mismo proceso de industrialización (…) La tecnología, por lo tanto, no se ha centrado solo en el componente en sí, sino en todo el proceso. Hemos sabido explotar tecnologías que hasta hace unos años se habrían definido como futuristas y con las que hemos explorado las interacciones entre el estilo y la ingeniería de la forma”.
Unas palabras que ponen de manifiesto el esfuerzo tecnológico aplicado en esta moto, especialmente en aerodinámica y termodinámica se refiere. Buscado la máxima eficiencia en todos los elementos que la forman. Buen ejemplo de ello son los alerones, de su carenado; o las tapas de los discos de freno delantero, que reproducen la apariencia de un freno de tambor. Piezas, que además de cumplir con su cometido, reduciendo el coeficiente de resistencia del aire, dirigen este aire fresco hacia aquellas zonas donde mayor falta de refrigeración se necesita.
Un buen conocido
Como habréis observado, si en la exquisita carrocería de la MV Agusta Superveloce 1000 Serie Oro, compuesta por hasta 40 piezas de fibra de carbono, todo es inédito, no es así en su tetracilíndrico de 998 cc. Este propulsor, heredado de las Brutale “gordas”, entrega una potencia de hasta 212 CV, a 13.000 vueltas; y 116,5 Nm de par motor, con 11.000 rpm. Unas cifras que se alcanzan gracias al kit Racing que acompaña a este modelo, donde encontramos un soberbio sistema de escape, desarrollado por Arrow, con cuatro salidas; a la incorporación de un eficiente eje contrarrotante, que reduce considerablemente las vibraciones; y a la optimización de su completo paquete electrónico, que pasamos a describiros ahora.
Electrónica optimizada
No es ninguna novedad de la apuesta de MV Agusta por equipar a sus motos con la mejor electrónica posible. Es lógico, en una marca como está, empeñada casi al 100% en entregar productos de altas prestaciones, no se entendería sin una apuesta clara por la electrónica. Por ello, alrededor del conjunto que forman su centralita (ECU) y la plataforma inercial que la asiste (IMU), se han desarrollado un completo paquete de ayudas a la conducción de las que debemos destacar: su caja de cambios electrónica MV EAS 3.0 (Electronically Assisted Shift Up & Down); el Continental MK100 ABS Cornering con RLM (Real Wheel Lift-up Mitigation); o su sistema control de tracción desconectable, con 8 niveles de intervención. Todo ello adaptado específicamente a este modelo.
ADN deportivo
Es un poco redundante hablar de ADN deportivo en una MV Agusta, pero en el caso de esta moto hay que hacerlo, dado el derroche de piezas “Pata Negra” que incluye su parte ciclo. Partiendo del chasis y basculante de la Brutale 1000 RR, aunque con otro reparto de pesos, se han montado unas suspensiones con gestión electrónica, de la prestigiosa firma sueca Öhlins, compuestas por una horquilla NIX EC, con tratamiento TiN; un amortiguador TTX EC, regulable en altura +/- 4 mm; y un amortiguador de dirección, también con ajuste electrónico.
A estas eficientes suspensiones se unen unas espectaculares llantas, fabricadas en aleación de aluminio forjado, compuestas de cinco brazos en forma de estrella, donde encontramos integrados unos radios en color rojo. Y un equipo de frenos firmado por Brembo, formado en el tren delantero por un par de pinzas radiales monobloque Stylema, con discos de 320 mm; y detrás, una pinza axial de dos pistones para un disco de 220 mm.
¿Un nuevo segmento?
Al principio os decíamos que esta moto se jacta de crear un nuevo segmento, bueno, pues parte de razón tiene. Es verdad que hay modelos de otras marcas como la Triumph Speed Triple 1200 RR o la Bimota KB4, que se podrían incluir en este nuevo nicho del mercado, pero hay que alabar el esfuerzo de MV Agusta por hacer de sus Superveloce algo más que unas excelentes deportivas, apostando por hacer de estos modelos unas motos cómodas y bellas como pocas. Como nos comenta el jefe de diseño de CRC (Cagiva Research Center), Stephane Zache: “La forma sigue a la función, y el resultado es extremadamente bueno en términos de diseño (…) obteniendo un resultado estilístico en línea con la tradición de excelencia de MV Agusta” Unas palabras que definen perfectamente a la MV Agusta Superveloce 1000 Serie Oro.
