OWM GOODFELLA

UNO DE LOS NUESTROS

Foto 01 OWM Goodfella

La OWM GoodFella es un exquisito bobber creado a partir de una Harley Davidson Softail M8. Una moto que se mantiene fiel a ese nivel de calidad y estética Art Decó que tan bien ejecutan en One Way Machine.

Fotos: Clave-Rodriguez-Photography

Foto 03 OWM Goodfella

En un tiempo en el que todo cambia y que desde los más variados entornos intentan moldear nuestros gustos, bombardeándonos con arriesgadas propuestas estéticas muy alejadas de los criterios tradicionales, es bueno contar con Julian von Oheim a la hora de fabricar un bobber clásico y elegante. Este constructor alemán, a través de su marca One Way Machine, se ha grajeado un sólido grupo de clientes que recurren a su buen hacer a la hora de fabricarse una moto. Un ejemplo de ello es el bobber que hoy nos ocupa, cuyo propietario ya era poseedor otras tres OWM y que recibe su nombre de la gran película de Martin Scorsese, GoodFellas. Sin duda, “Uno de los nuestros”.

Foto 02 OWM Goodfella

Frontal artesanal

Como en otros trabajos de One Way Machine, el grueso de esta transformación se basa en la capacidad de Julian para tornear la chapa de acero para crear esas sinuosas líneas tan reconocibles de sus motos. Así, en la GoodFella encontramos un precioso depósito de gasolina fabricado artesanalmente, adornado con una figura alada proveniente de un coche clásico y dos emblemas a cada lado… todo ello bellamente decadente. Junto a él, y en consonancia total, tenemos una horquilla con cubiertas también fruto de su buen hacer, que esconden barras de 39 mm de diámetro. Unas barras que exigieron la adaptación de las tijas que las unen, ya que se redujo su diámetro respecto a las originales. Un exquisito trabajo que se ha rematado en la parte superior con una máscara para la óptica delantera, creada mediante CNC con diseño específico para este proyecto.

Foto 05 OWM Goodfella

Más trabajo manual

Siguiendo con la carrocería de la OWM GoodFella, en la sección trasera tenemos las tapas laterales originales, pero con ciertas modificaciones. Tras estas, un guardabarros proveniente de la empresa auxiliar, debidamente adaptado, que incluye soportes hechos a mano. Y, por último, en el lado izquierdo de la moto, encontramos un porta-matrículas de One Way Machine.

Foto 04 OWM Goodfella

No podemos acabar este repaso de la carrocería sin pararnos un momento en su pintura y acabados metálicos. Un excelente trabajo en el que han participado por un lado la empresa BK-Lack GmbH y Chikos Pinstriping, que se han encargado de la pintura; y por otro, Schwartz Optical Tuning, que fueron los responsables del acabado pulido aplicado en algunas piezas metálicas.

Foto 09 OWM Goodfella

Ruedas vintage

En coherencia con el resto de la moto, este proyecto exigía unas ruedas de aspecto vintage, pero que convivieran en armonía con el par motor y potencia del Milwaukee-Eight que lo propulsa. Por ello, se instalaron unas llantas Harley Davidson, de 21 y 18 pulgadas, combinadas con radios TTS Motorcycles GmbH. En las que se montaron unos neumáticos modelo Bates, del catálogo de W&W Cycles. Un conjunto al que se sumo un kit de transmisión por cadena, que incluye una corona que imita la cubierta de un freno de tambor y que recibe una fijación Maxspyder, de In Max We Trust.

Foto 06 OWM Goodfella

En cuanto a los frenos, se optó por instalar detrás un sistema interno, similar al usado en anteriores motos de OWM, pero que tiene la peculiaridad de haber sido desarrollado especialmente para adaptarse a los modelos M8. Este sistema está compuesto de una pinza Beringer de 4 pistones; y un disco macizo de Zodiac. La misma combinación que también encontramos delante, pero con una pinza de seis pistones y una eficiente bomba radial de Rebuffini. Por último, algunas modificaciones en el basculante y el recorrido de las suspensiones completan la parte ciclo de la OWW Goodfella.

Foto 08 OWM Goodfella

M8… maquillado

Antes os mencionábamos el Milwaukee-Eight que monta esta moto, pues bien, entre los retoques que ha recibido este propulsor tenemos una cubierta para la primaria heredada de una Fat Bob 2018. Que incorpora una tapa derby de la taiwanesa Rough Crafts, responsable además de las cajas de balancines y la tapa de la distribución. También encontramos en este bicilíndrico un filtro de aire S&S, con un clásico diseño por el que parece no pasar el tiempo; un embrague hidráulico, mucho más suave que el original de cable, que es accionado por una bomba Rebuffini; y una combinación artesanal de colectores Vance & Hines con silencioso Dr. Jekill & Mr. Hyde, que permite a este bobber circular legalmente.

Foto 07 OWM Goodfella

Marcando la diferencia

Como se suele decir: “En los detalles esta la diferencia” y eso se le da muy bien al Mr. von Oheim, eligiendo para sus creaciones lo mejor del mercado. Buenos ejemplos de ello son los controles del freno trasero y cambio de marchas, de la alemana Thunderbike; las torretas y reposapiés, de Rough Crafts; las botoneras de Rebuffini, las únicas que disponen del sello TÜV para modelos Harley Davidson con sistema Can-Bus; o la discreta iluminación trasera e intermitentes Kellermann. Todos ellos elementos de primerísima calidad a los que hay que sumar un impresionante asiento de estética vintage, que es fruto de la combinación de un kit de asiento monoplaza, de nuevo del catálogo de Thunderbike; con una placa artesanal de Julian; y un soberbio trabajo en cuero de Spirit Leather, donde encontramos estampado el logo de la marca, o deberíamos decir de «La Familia».

Foto 10 OWM Goodfella