HEADBANGER FOXY LADY

Italian beauty.

Durante la presentación de la gama 2013 de esta marca italiana de motos custom hemos comprobado como su modelo Foxy Lady abandona sus grandes guardabarros y aspecto de bagger de los setenta para convertirse en una elegante custom de los noventa. Todo un acierto.
Y es que este era el modelo menos atractivo de la marca de Giorgio Sandi. Fue ideada como la Headbanger para disfrutar en pareja, una moto en la que se daba mayor importancia al confort que en el resto de la gama, pero su diseño basado en las Electra Glide de hace unas décadas no acababa de convencer. La solución ha sido romper por completo con el diseño original y presentarnos este precioso custom, que sigue siendo una buena opción para disfrutar acompañado, pero que además convence estéticamente a todo el mundo.
Algunos notas sobre la marca.
Antes de empezar a describir a nuestra invitada y aprovechando la presentación del catálogo para el 2013, queremos enumerar algunas características de esta pequeña marca transalpina. Para comenzar, este año se ha optado por trabajar con solo un proveedor de motores, S&S Cycles. Este reconocido constructor de Big-Twins es el preferido por una gran mayoría de transformadores y fabricantes de motos custom y sus productos mezclan un aspecto genuinamente americano con un alto nivel de calidad y prestaciones. Todos los utilizados por Headbanger llevan carburadores y cumplen con la homologación Euro-3.
Según el tipo de propulsor, estas italianas se dividen en dos familias: V-Twin y Old School. La primera, englobaría los modelos Hollister, High Flying y Foxy Lady, motos sencillas que combinan motores Evo de distintas cilindradas con chasis softails de tres medidas distintas. En cuanto a las Old School, podemos decir que son un producto para sibaritas, gente ya iniciada que busca un plus de sensaciones y porqué no de exclusividad gracias a propulsores míticos como Shovels, Pans y knucles, que este año reciben la novedad de poderse pedir con un cuadro rígido, además de sobre uno de los tres chasis softails ya mencionados. Los modelos son el Summertime, el Woodstock Boogie y el Gypsy Soul.
Otro detalle, es que Headbanger nos ofrece un amplio abanico de posibilidades para customizar nuestra moto desde fábrica: pintura, manillares, mandos, depósitos y todo aquello que se nos ocurra puede ser incluido a la hora de comprarla. Hay que recordar que son motos 100% artesanales y parte de la gracia es esto.
Nuevo motor.
Una de las primeras novedades que recibe la Foxy Lady para el 2013 es la sustitución de su motor. Pasa del RevTech de 100 pulgadas al impresionante 113” (1.850cc) de su nuevo S&S, con pistones forjados, que se alimenta por un carburador de la misma marca, un Super-G, con su clásico filtro en forma de lagrima. También los escapes han cambiado: del dos en dos, colocados a ambos lados de la moto en una posición baja y paralela a la marcha, que eran idóneos para las grandes maletas de cuero que nos ofrecían como extra el año pasado, pasamos a un más agresivo dos en uno de color negro, con salida por el lado derecho.
Para sacarle lo máximo a este propulsor, se mantiene la caja de cambios de 6 velocidades y para no pasar desapercibidos se entrega con una primaria descubierta accionada por una correa de una pulgada y tres cuartos.
Un traje a la medida.
Como avanzábamos anteriormente, todos los modelos de la familia V-Twin tienen como opción, tres largos distintos para su chasis softail: el estándar, que sería el de serie; el “Slim”, especialmente indicada para mujeres y personas de poca estatura, que se puede combinar con unos mandos centrales menos exigentes y por último “Long” para aquellos que sobrepasen el metro ochenta o simplemente les guste ir forzando la postura… hay de todo en la viña del señor.
Siguiendo con la parte ciclo, hay que mencionar: su horquilla, formada por barras de 43mm de diámetro y tijas “mid-glide” o lo que es lo mismo de anchura media; también su sistema de frenos, que este año, como en el resto de la gama, pasan a ser suministrados por el especialista galo Beringer según especificaciones de la misma marca; y como no, sus espectaculares ruedas, con llantas “Big Spoke” con medidas de 21 y 18 pulgadas, para el tren delantero y trasero respectivamente, y calzadas con neumáticos 120/70 y 180/55, de la marca Metzeler.
Todo un bellezón.
Es fácil caer en este apelativo ante un custom, son motos que encuentran buena parte de su razón de ser en la estética pero, aunque parezca exagerado decirlo, esta moto es de lo mejor que hemos visto últimamente: Empezando por su depósito de gasolina de 18 litros, que fluye desde la tija al asiento, al estilo de los diseños de Arlen Ness de los 90, con los que le encuentro muchas similitudes; pasando por su gran guardabarros trasero, que sigue la línea de la rueda hasta muy abajo; o su asiento biplaza a una sola altura, que en armonía con lo anteriormente descrito, se pega a la parte trasera como un todo.
Para rematar la faena, buenos detalles como el manillar, tipo beach-bar corto; sus bien diseñados mandos avanzados y su espectacular pintura, que combina una base en color champagne con “pinstriping” en negro al estilo de los “hod- rod” de los 50.
Resumiendo, una gran trabajo de Luciano Andreoli, encargado del diseño y socio de esta marca italiana que sin duda en dos años de vida ha logrado hacerse un hueco importante en el mercado custom europeo.
Texto: Manel Hospido
Fotos: Headbanger