El Dragón.
Tras el éxito cosechado en todo el mundo con el Type 5, esta marca japonesa de motos artesanales custom, ejemplo de que no hace falta ser norteamericano para hacer buenos choppers, nos propone un nuevo modelo, el Type 9. Donde se ha sustituido su clásico chasis rígido, Goose Neck, por otro con un novedoso sistema Multi-Link de amortiguación trasera llamado Dragon Neck.
Es redundante acordarse siempre del Sr. Kimura cada vez que se habla de una Zero, pero también sería una falta de respeto no mencionar a este artesano, alma máter de la marca en sus comienzos, que consiguió crear un estilo propio de hacer customs y que aunque desde hace tiempo no se encarga del diseño de estas motos, su impronta sigue imborrable en cada uno de sus modelos.
La historia de Zero Engineering comienza hace 20 años en Okazaki, en una de las zonas del Japón con más tradición en el mundo de la automoción, pero no es hasta su adquisición por parte del gigante del aftermarket para motocicletas, Plot Inc., que llega su despegue. En la actualidad, tiene una planta de ensamblaje en la Vegas, que se encarga de satisfacer la demanda del público americano y chino; un distribuidor en Europa afincado en Inglaterra (Krazy Horse Custom Cycles) y por supuesto a Road Hopper, sello bajo el cual se comercializan las Samurai Choppers en el mercado japonés, y que incluye dos tiendas exclusivas para la marca, donde además de sus motos, se puede adquirir un sinfín de accesorios y merchandising.
El cuello del Dragón.
Este es el nombre con el que se ha bautizado el nuevo chasis que monta el modelo 9 de Zero. Se trata de un doble-cuna de acero, tipo softail, que incorpora un sistema de amortiguación Multi-Link desarrollado por la marca nipona, muy similar al usado por algunos coches de la Formula-1. El mono-amortiguador que lleva está colocado en posición vertical, al contrario de la mayoría de los softails del mercado, que lo llevan tumbado como en el caso de las Harley Davidson, y ofrece una serie de ajustes para adaptarlo a nuestro gusto y conducción.
Este bastidor es un 28% más rígido que el Goose Neck, montado en el modelo 5, del que también se diferencia en la zona de la pipa de dirección y en un nuevo diseño de la sección central, lo que llaman en la marca la S-Curve. Es un chasis largo, bajo y de color negro, requisitos indispensables que impone la filosofía de la casa en todos sus cuadros, pero en el que se ha buscado una mejora en sus cualidades dinámicas, lo que seguro han conseguido tras dos largos años de trabajo en su desarrollo.
Motor “Made in USA”
Aunque casi todo en esta moto tiene su origen en el país del sol naciente, el motor es 100% americano, como no podía ser de otra manera en el caso de un chopper. Para el mercado del viejo continente, así como para el japonés, se ha optado por un bicilíndrico de 1.445cc de Harley Davidson, en concreto en un modelo Twin Cam 88 con doble árbol de levas, un sistema de inyección secuencial de carburante (ESPFI), refrigeración aire y que entrega un par de 109Nm a 3.400rpm.
Monta una caja de cambios de 5 velocidades también de la Motor Company y un sistema de escapes dos en dos con la salida a media altura por el lado derecho en color negro y rematado al final en bronce. Un gran motor, que en los Estados Unidos es sustituido por un S&S EVO al que acompaña una primaria abierta que seguro más de uno echará de menos en el modelo europeo.
Cuestión de estilo.
Desde su fundación, los modelos de Zero Engineering, son fácilmente distinguibles respecto a otros custom del mercado. El Type 9 no iba a ser menos. Además del ya mencionado chasis, hay que destacar su horquilla delantera tipo Springer 74, desarrollada por ellos mismos, que es una réplica mejorada de las usadas por las Harley Davidson en los 50; sus grandes neumáticos, con medidas similares detrás y delante, y que en este caso van sobre llantas de 16 y 18 pulgadas respectivamente; su exquisito depósito de gasolina, hecho a mano en Japón, con el aluminio como materia prima, que tiene una capacidad de 10 litros y sobre el que podemos pedir una decoración individualizada; sus controles y mandos, una mezcla de simplicidad y gusto por lo retro, donde sobresale su sencillo cuentakilómetros, con fondo en blanco, y los chivatos tipo botón; su sobrio guardabarros trasero de color negro y sus faros e intermitentes, que parecen sacados de un catálogo de la postguerra.
Pero además de todos estos detalles de buen gusto, para aquellos a los que les gusta destacar y diferenciarse, la marca nipona incluye una amplia gama de opciones de customización con la que llamar aún más la atención si cabe. Y es que esta Zero es una moto realmente bonita, es un paso hacia adelante del concepto Samurai Chopper al incluir amortiguación trasera y una auténtica pieza de coleccionismo como todas sus hermanas de marca. Además su precio, 39.000€ en España, sin ser una ganga no llega a ser excesivo para una moto de estas características… una Old School “Made in Japan”.
Texto: Manel Hospido
Fotos: Zero Engineering