Refinando la excelencia.
Con la jubilación en MV Agusta de su gran diseñador Máximo Tamburini, éramos muchos los que no esperábamos demasiado, a nivel estético, de esta mítica marca. Con la presentación de las nuevas Brutale, 990R y 1090RR, podemos decir que en cierta medida ha sido así, aunque nosotros alabamos la decisión.
Estas dos exclusivas naked-deportivas mantienen al 100% el aire del diseño original, pero han recibido una gran dosis de cambios, siendo solo un 15% de las piezas compartidas con el modelo del año anterior. Entre las novedades destacamos su chasis en cromo-molibdeno, que ahora es más compacto, del que parte un basculante monobrazo más largo. Su horquilla trae una nueva inclinación a 24º consiguiendo así un mayor aplomo y haciéndola menos nerviosa, a lo que contribuye también su amortiguador de dirección (de origen en la 1099RR). El asiento es más largo, mejorando la vida a nuestro acompañante, y los intermitentes delanteros van integrados en los retrovisores, como manda la moda.
Si nos fijamos en los cambios en gestión electrónica del motor, nos quedamos con la nueva centralita firmada por Marelli que nos da dos opciones de mapa, seco o mojado, lo que cambia la forma de entregar la potencia, que no ésta. Además la opción «cara» lleva de serie un control de tracción de ocho posiciones y un embrague antibloqueo.
En resumen, continuísmo en el mejor sentido de la palabra ¿Para qué cambiar algo que funciona?