Tras muchos años trabajando sobre Softail de Harley Davidson, Julian, de One Way Machine, ha creado este elegante Scrambler con base Sportster: la OWM Urban Scrambler.
El pasado 2017 se festejaba el 50 aniversario del nacimiento de la Sportster. Un modelo con el que el gigante americano, en 1967, puso en el mercado una moto más ligera y deportiva. Con el tiempo, su carácter deportivo se ha ido diluyendo, pero no así la devoción que muchos tenemos por esta icónica moto. La Sportster ha mantenido su aspecto general durante todos estos años y es una base excelente para realizar una transformación.
Puntos de partida
Según nos contaba Julian, hacía casi tres años que tenía esta Sportster en su taller esperando su oportunidad para volver a la carretera. Se trataba de un modelo 2004, con pocos kilómetros (822 millas), que encontró mientras buscaba un Softail de su estilo. El buen estado general y una especie de corazonada le empujó a llevársela.
Cuando un cliente le pidió una Scrambler, la Sportster tuvo su oportunidad, dando de paso a OWM la oportunidad de explorar nuevos caminos.
Como en todo trabajo que se precie, debe haber primero un tiempo de análisis. El primer gran reto que se planteó Julian fue adaptar la geometría de la Sportster a la talla del cliente. Aunque la tentación de alargar el basculante o cambiar las tijas era muy grande, la posibilidad de perder la esencia del conjunto hizo buscar nuevas alternativas. La solución tomada fue, cambiar la correa por una cadena, retrasando el eje de giro de la rueda trasera, y sustituir las llantas originales por una de 21” delante y otra de 19” detrás. Lo que aumento el tamaño de la moto manteniendo sus líneas.
Trabajazo de carrocería
Una vez resuelto el primer escoyo, se siguió el plan utilizado normalmente. Se desmontó completamente la moto y se limpió minuciosamente. Tras ello se comenzó con la fabricación de piezas y la adaptación de otras.
Entre las piezas fabricadas están el guardabarros trasero, el soporte del motor y sobre todo el cubre-horquilla. Este último se trata de una pieza que cubre las barras de esta y una especie de máscara donde va instalado, tras una rejilla, el faro delantero.
Entre las piezas adaptadas, destaca sobre todo el depósito de gasolina. Este es un Triumph original de los años 50 y su adaptación requirió de mucho trabajo. Hubo que hacer un nuevo túnel para poder instalarlo en el chasis, además de nuevos soportes. También se realizaron nuevas tomas para instalar el grifo de gasolina y el tapón de llenado.
Tras terminar con todas estas piezas de chapa y montarlas en la moto para comprobar que encajaban a la perfección, fueron de nuevo desmontadas para ser pintadas en polvo, eliminando todos los cromados y pulidos.
Parte ciclo
La OWM Urban Scrambler, como su nombre indica, debía ser una moto dual. Para ello, debía cumplir también en los caminos, por lo que se montaron llantas de radios con neumáticos de tacos. Junto a estas, se instalaron dos amortiguadores regulables de gas, de YSS Suspension y muelles ajustables para la horquilla. Además, se eligió para los controles de embrague y freno delantero a la prestigiosa Beringer.
Para mejorar la posición de conducción se montó un manillar ancho sobre unas torretas de Rough Crafts y unos reposapies de Roland Sands, modelo Moto. En cuanto al asiento, es de clara estética vintage y está dividido en dos partes: un sillín para el conductor similar al montado en las Harley Davidson de los años cincuenta, pero de menor tamaño, y un taco cuadrado a juego con el anterior.
Motor
El propulsor de la OWM Urban Scrambler es un Sportster 883. Este bicilíndrico, con refrigeración aire y carburadores, entrega 69 Nm de par. Sin duda, es la mejor opción para este tipo de moto que también circulará sobre superficies deslizantes.
Entre las mejoras recibidas, debemos mencionar su sistema de escape, proveniente del catálogo de Drag Specialties, y su magnífico filtro de aire Mini Ham Can de LC Fabrications, un modelo que imita el montado en las motos de la MoCo en los setenta.
Parte eléctrica
Se simplificó el sistema eléctrico todo lo posible. Poniendo especial cuidado en la zona de unión entre el asiento y el depósito de gasolina, donde se logró ocultar el sistema eléctrico original de la Sportster, que es muy visible y poco atractivo.
Por último, se instaló un pequeño velocímetro del omnipresente fabricante alemán Motogadget; y unos intermitentes traseros Rizoma Club S, con luz de freno incorporada.
Conclusiones sobre la OWM Urban Scrambler
El resultado es un Scrambler bien diseñado con su silueta estrecha y una posición de conducción elevada, que permite circular de manera cómoda a través del tráfico del centro de la ciudad y adentrarse en caminos con cierta comodidad. Todo ello con el buen gusto y calidad de One Way Machine.
