Última oportunidad.
El pasado día 7 de febrero, el pequeño fabricante artesanal italiano Vyrus, nos comunicaba que comenzaba la fabricación de la última de sus 985 C3 4V. La unidad 25, que se convertirá en la última oportunidad de entrar a formar parte de este selecto club de admiradores del trabajo de Rodorigo Ascanio y del Testastretta de Ducati.
Su historia comienza en 2005, cuando al capo de Vyrus, el Sr. Ascanio, se le ocurrió poner el motor de la Ducati 999R en el chasis omega que montaba su modelo de 2 válvulas por cilindro. El resultado, una de las motos con una relación peso/potencia más bestia de los últimos tiempos y un objeto de culto para cualquier buen aficionado, como Tom Cruise, propietario de una de ellas.
Chasis Tesi.
El chasis de esta moto es una evolución del diseñado por Pierluigi Marconi para Bimota a principio de los ochenta. Tras uno de los cierres de la marca de Rimini, Rodorigo Ascanio que estaba empleado en dicha casa decidió crear su propia firma y trabajar sobre este chasis. Primero, con un modelo llamado 984 C3 V2, que monta el motor Ducati de 992cc con refrigeración por aire, y luego con el modelo que hoy nos ocupa.
Este bastidor está compuesto por dos piezas de aluminio en forma de omega, situadas a ambos lados del motor, de donde parten dos basculantes hechos del mismo material: uno para el tren trasero y otro para el delantero, prescindiendo de la clásica horquilla. En el caso de la 985 C3 V4, el subchasis delantero está fabricado en carbono y soporta los instrumentos, la entrada de aire, la óptica y el manillar, que gracias a un sistema de varillas acciona el basculante delantero.
En cuanto a las suspensiones y llantas, las primeras están compuestas por un amortiguador para cada rueda del especialista transalpino FG Gubellini, estando el delantero montado sobre bieletas, con un recorrido de 80mm; y el trasero de forma directa con una mayor carrera, 110mm. Las llantas son ambas de 17 pulgadas, para neumáticos de medidas 120 75 y 190 50, pudiendo ser de carbono o magnesio.
Motor de SBK.
Como ya hemos mencionado, el motor es el que llevaban las Ducati 999R, una moto que era lo más parecido a una superbikes con matrícula que ofrecía la casa boloñesa cuando veía por primera vez la luz esta moto. Se trata de un bicilíndrico de 999cc con 4 válvulas por cilindro, accionadas por el clásico sistema desmodrómico de la marca, y refrigeración líquida, a cargo de dos radiadores colocados en forma de V transversal a la marcha debajo del cilindro delantero. Entrega la friolera de 155 caballos de potencia y tiene una punta de velocidad de 292Km/h, unas cifras que combinadas con el peso de esta italiana, 157Kg en seco y su corta distancia entre ejes, 1.395mm, la convertían en una de las primeras motos en entregar la mágica cifra de caballo por kilo.
No solo es una moto.
Como habrás podido comprobar a estas alturas del artículo, con el paso del tiempo, sus cifras ya no impresionan como hace 7 u 8 años cuando empezaron a construirse las primeras, pero es que esta moto es algo más: Era el primer chasis Omega que volvía a sus orígenes y montaba una motor de superbikes, además son motos echas a medida, con una decoración individualizada, en las que se puede incluir un sin fin de piezas a nuestro gusto que van desde un cambio automático, a la aplicación de un tratamiento de óxido al chasis, pasando por un embrague anti-rebote APTC.
Con la unidad que acaba de ponerse en fabricación se da por finalizada una de las sagas más elitistas dentro de las motos deportivas de calle, a la que ha seguido el modelo 987 C3 que monta el motor de la Ducati 1198 y que tiene entre sus posibles extras un compresor con el que logra entregar 211 caballos… Como reza el eslogan de la marca “Pura Follia Tecnologica”.
Texto: Manel Hospido
Fotos: Vyrus Motorcycles