Desde Mandelo del Lario nos llega esta interpretación de la cultura Café-Racer aplicada a una de las motos más recordadas de la marca del águila alpina, la V7 Sport. Todo un icono del motociclismo italiano que abrió las puertas a lo que actualmente se entiende como moto deportiva.
Un poco de historia
Corría 1967 cuando de la mano de Giulio Cesare Carcano, Moto Guzzi presenta la primera moto “grande” italiana, la V7. Esta moto tuvo un gran éxito comercial y fue adoptada por gran número de policías de tráfico del mundo como su herramienta de trabajo, principalmente porque era potente, cómoda y fiable. Gran parte de su éxito era la utilización por primera vez en la marca de un motor en V montado transversalmente a la marcha, que cubicaba 703cc.
Con el final de la década, en Mandelo se crea un prototipo sobre la base de la V7 Special al que se aumenta la cilindrada, llegando a los 757cc. Con esta moto, Guzzi consigue algunas plusmarcas casi impensables para la época, como los 205km/h de media que marcó en una distancia de 1.000km. Éste y otros éxitos llevan a la marca italiana a embarcarse en la creación de una moto deportiva sobre este prototipo. El diseño fue encargado a Lino Tonti, que a la postre pasaría a la historia como uno de los mejores diseñadores de motos que ha dado el país transalpino.
V7 Sport
Tonti creó alrededor del poderoso bicilíndrico una moto baja, larga y muy estrecha en la que se buscaba optimizar la aerodinámica del conjunto y desechar todo lo superfluo, para ello se montaron unos semimanillares que obligaban al conductor a ir casi echado sobre el depósito, escondido tras unos preciosos Veglia-Borletti en los que veía subir la aguja del cuentakilómetros de una manera antes nunca vista en una moto de producción.
Esta moto, que sobrepasaba los 200km/h, pronto se convirtió en un símbolo del “Estilo italiano” y su color verde “legnano” sinónimo de velocidad. Acababa de nacer un mito, la V7 Sport.
El motor
La V7 Café Classic, como su ancestro, es una moto baja y muy estrecha, sensación acentuada por el depósito de gasolina, que deja ver a cada lado los dos cilindros colocados en la clásica V transversal. Este motor, que cumple con la estricta norma Euro-3, cubica 744cc y entrega una potencia de 35kw a unas 6.800 vueltas, algo menos de 50cv, lo que la convierte en una buena opción para aquellos que tienen el carné A2.
El cambio de 5 marchas, está accionado por un embrague en seco, típico en Guzzi, al igual que el cardan que se encarga de la transmisión final.
Parte ciclo
Su chasis, en acero negro, es un doble cuna con la parte trasera desmontable, sobre él descansa el depósito y el bello asiento monoplaza, con el escudo de la marca en relieve. La horquilla delantera está montada con un lanzamiento de 27,5º y está formada por unas barras telescópicas Marzocchi de 40mm de grosor y un recorrido de 130mm, sobre las que están colocados los relojes, de corte retro, y los semi-manillares. De la suspensión trasera se ocupan dos amortiguadores cromados, situados de manera tradicional y con posibilidad de ajuste en precarga.
La frenada está compuesta, delante por un enorme disco flotante de 320mm, mordido por una pinza Brembo de cuatro pistones, y detrás por un disco de 260mm y pinza de 2 pistones del mismo fabricante italiano.
Para finalizar, diremos que monta unos neumáticos radiales Metzeler Lasertec, con medidas 100/90-18 y 130/80-17, sobre unas preciosas llantas de radios cromadas.
Ahora veamos como se comporta esta Guzzi….
Prueba: una moto accesible
Lo primero que llama la atención según te acercas, es lo baja que es, según fábrica tiene una altura desde el asiento al suelo de 805mm, pero quizás por lo estrecho del conjunto cuando te subes da la sensación de estar a unos 750mm más o menos, lo cual, junto con su potencia de 35Kw, la hace apta para un amplio público. Otra característica que animaría a cualquiera sin mucha experiencia a decantarse por este modelo, es su peso, inferior a los 200kg en orden de marcha.
Una vez levantada y retirada su “enorme” pata de cabra… lo siento, no me acostumbré a ella en toda la prueba, arrancamos el bicilíndrico y de inmediato nos dice que es una Guzzi, el sonido que sale de sus dos escapes es realmente bonito y el pequeño balanceo que sentimos según damos un poco de gas al acelerador (en parado, una vez en marcha no se nota) es típico y el culpable de muchos de los devotos de la marca. Ahora, agarramos el embrague, dejamos de oír por un momento su chirrío, producido por su embrague en seco, y engranamos la primera con su enorme palanca de cambio.
Prueba: cuestión de carácter
Según comenzamos a andar nos damos cuenta del carácter de esta moto, detrás de su aspecto de deportiva de antaño se encuentra una moto que se comporta de una manera noble y agradable. Seguimos engranando marchas buscando sus límites sin volvernos locos, la moto no tiene ninguna “R” escondida y sería una tontería buscársela, y pronto llegamos a la velocidad máxima permitida en autopista con bastante “chicha” guardada. Tras unos buenos kilómetros de autopista, en la que nos demuestra esta neoclásica que es capaz de sacarnos de cualquier situación sin exprimirla en exceso nos retiramos de los cuatro carriles para buscar una pista más retorcida y menos transitada.
Si quieres disfrutar con esta “Guzzona” debes cambiar el chip e intentar entenderla, para empezar su cardan, que no es de los más modernos que hay en el mercado, retiene bastante en las marchas cortas, lo cual puede ser un defecto o una virtud según como lo aproveches, si has decidido hacer lo segundo, te aconsejo que leas bien las curvas, coloques la moto en su sitio y mantengas durante toda la trazada suficiente tracción, la sensación es realmente agradable, te dará la impresión de que vas sobre raíles.
Prueba: 50 caballos Guzzi
Por otro lado el régimen de potencia en el que debes trabajar es el comprendido entre las 5.000 y las 7.000 vueltas, es donde los escasos 50 caballos que entrega, te van a parecer alguno más, si preguntas a cualquier “pureta” de la marca, te dirá que no se cuentan igual los caballos de una Guzzi que los de cualquier otra moto, y parte de razón tienen, como ya hemos dicho los entrega muy pronto 6.700rpm y el par es realmente impresionante, unidas estas dos variables encuentras un motor aprovechable al 100% en cualquiera de nuestras carreteras, si en cambio lo que buscas es pisar circuitos, sin duda, esta no es tu moto.
V7 Racer
Como colofón, solo decir un par de cosas. Por un lado, recordar que tras unos meses de dudas, Moto Guzzi, ha decidido sacar a la luz, una versión limitada llamada V7 Racer sobre la base de esta moto, de la que a España solo llegarán 10 unidades, de las 100 previstas.
Para aquellos que no contemplen la posibilidad de adquirir una de estas “delicatessen”, pero sí hay alguna de sus piezas que le interesan, decir que muchos detalles que monta esta serie especial de origen, aparecerán en el catálogo de accesorios de las V7, nosotros nos quedaríamos con los escapes Arrow y los mandos regulables, una auténtica “pasada” de buen gusto. Y por otro lado, que aunque la V7 Café Classic sea un “monoposto”, por bastante poco tenemos la posibilidad de poner reposapiés traseros y un asiento biplaza, para compartir con quien queramos el placer de circular sobre este “Expresso”.
Ficha Técnica:
- Modelo: Moto Guzzi V7 Café Classic
- Precio: 8.990 €
Motor:
- Motor: Bicilíndrico en V transversal a 90º
- Cilindrada: 744 cc
- Potencia: 48 cv a 6.800 rpm
- Par motor: 54,7 Nm a 3.600 rpm
- Caja de cambios: 5 velocidades
- Embrague: Monodisco en seco
- Transmisión final: Cardan
- Sistema de escape: Dos escapes en acero cromado, uno por cada lado
Parte Ciclo:
- Chasis: Doble cuna en acero
- Distancia entre ejes: 1.449 mm
- Altura del asiento: 805 mm
- Peso total en seco: 182 kg
- Suspensión delantera: Marzocchi, telescópica de 40 mm de diámetro
- Suspensión trasera: Dos amortiguadores laterales regulables en precarga
- Freno delantero: Brembo, 1 pinza de 4 pistones
- Discos delanteros: Un disco de 320 mm
- Freno trasero: Brembo, una pinza de 2 pistones
- Disco trasero: Disco de 260 mm
- Llantas: De acero cromadas con radios
- Rueda delantera: Metzeler Lasertec 100/90-18
- Rueda trasera: Metzeler Lasertec 130/80-17