Deportividad sin complejos.
Es conocido, por todo buen amante de las mecánicas de carreras, el amor por la competición de los Castiglioni. Desde la época de las Cagiva de gran premio, pasando por su etapa al frente de Ducati y las más recientes participaciones en el europeo de Superstock, siempre han tenido una de sus máquinas en las pistas. Ahora, tras volver a hacerse con las riendas de MV Agusta, nos presentan su último «pura sangre», la F4RR.
Sin duda, la mayor novedad de esta preciosa moto es su nuevo motor, se trata de un tretacilíndrico de 1.000cc que entrega la nada despreciable cifra de 201cv a 13.400rpm, sí, has leído bien, a 13.400 vueltas. Para conseguirlo se ha aumentado el diámetro de los pistones en 3mm y se ha reducido la carrera de 55mm a 50.9mm, además se ha prestado especial atención en conseguir la mayor eficacia termodinámica para hacer viable tal cantidad de revoluciones, por lo que se ha aumentado el tamaño las válvulas de aspiración y escape, todas ellas fabricadas en titanio, que pasan de los 30mm a los 31.8 en el caso de las primeras y de 25 a 26mm las segundas. También, en la misma línea, se ha cambiado el sistema de escape por uno completamente nuevo con una estructura en 4-2-1-4 que incluye catalizador y que entrega un sonido del que es difícil olvidarse.
En cuanto a la caja de cambios, se mantiene el sistema de “cassette”, de fácil extracción, necesario en cualquier competición y también el sistema de embrague. Para finalizar en lo referente al motor, decir que se ha revisado la electrónica de éste, introduciendo nuevos modos en el control de tracción y dos mapas, ambos fácilmente seleccionables desde el semimanillar izquierdo.
En la parte ciclo, se ha buscado dar el mayor número de posibilidades a la hora de ajustar la moto a los distintos circuitos y formas de pilotar de cada usuario, por ello se incluye la posibilidad de cambiar el ángulo de la pipa de dirección, la altura del anclaje del basculante y la posición de los reposapiés, todo ello manteniendo la clásica mezcla de secciones de aluminio y multi-tubulares de acero en su efectivo chasis.
El apartado suspensiones se compone de una exquisita horquilla Öhlins NIX de 43mm, un no menos espectacular amortiguador TTX-36 del mismo fabricante escandinavo, que también firma el amortiguador de dirección, sin duda lo mejor de lo mejor.
Para estar acorde con lo descrito hasta el momento, se ha optado por montar unas llantas de aluminio forjado, que consiguen reducir al mínimo el peso de éstas y las inercias producidas durante sus giros, haciéndonos más fáciles los cambios de dirección. También están a la misma altura los frenos, en los que se ha elegido para el tren delantero unos radiales de cuatro pistones monobloque creados por el líder del sector, Brembo, que también proporciona el sistema de bomba radial que se encarga de su accionamiento.
En resumen, un derroche de calidad que colocan a esta moto como una de las más completas para entrar en circuito, siendo también un bellezón apto para su uso urbano (equipa asiento y reposapiés para el acompañante) que mantiene vivo el legado deportivo de una de las marcas míticas de la historia del motociclismo europeo.