La Rough Crafts Apex Assault es la última genialidad de Winston Yeh. Una Ducati Monster 1200S que ha recibido un auténtico baño de lujo, tanto en equipación como en diseño. Todo ello en consonancia con la trayectoria de este afamado constructor taiwanés.
Fotos: JL Photography / Pop Hung / bcphoto
Como nos decía Winston: “Siempre he sido un gran admirador de la Ducati Monster, especialmente de la plataforma 1200/821, su mínimo chasis multi-tubular hace que sea muy fácil transformarla en cualquier cosa fabricando un sub-chasis trasero personalizado”. Esa es la base de esta transformación, donde su cortísimo colin da toda la importancia al depósito de gasolina, el motor y suspensiones… ¿No es ese, el espíritu de una Monster?
Protagonismo egoísta
Volviendo al tema del chasis, en la Rough Crafts Apex Assault se ha mantenido intacto el chasis principal, que gracias a su color negro pasa prácticamente desapercibido bajo un espectacular depósito de gasolina artesanal, en el que destacan las clásicas hendiduras para las rodillas de Rough Crafts y dos grandes conductos de aire que mejoran la refrigeración del cilindro trasero. Junto a él, se ha fabricado mediante CNC, un escueto subchasis sobre el que descansa un impresionante colín monoplaza, que visto por detrás recuerda al de las Desmosedici GP 22, eso sí, en pequeño. Y completando la carrocería, un dorsal tipo offroad, con una doble óptica superpuesta LED, desplazada hacia un lado.
Una carrocería que sin duda acapara egoístamente buena parte del protagonismo de esta moto, gracias en gran parte al soberbio trabajo de pintura realizado sobre ella. Obra de Line&Circle Custom Studio. Al que acompaña un asiento de cuero, muy vintage en su textura, firmado por Chirui Leather Custom; y unas insignias para el depósito, hermosamente decadentes, de 2 Abnormal Sides.
Desmo-lujuria
Otra de las confidencias que nos hacía el Sr. Yeh, era sobre el motor de esta Monster. En ellas nos decía: “Aunque hay una Streetfighter V4, más potente en el catálogo de Ducati, la simplicidad del motor L-twin aún proporciona una plataforma muy adecuada para cualquier construcción personalizada”. Sobre esto, a pesar de que cada uno tendrá su opinión, es cierto que la complejidad mecánica del V4 hace todo más difícil y por qué no… menos estético.
Volviendo al propulsor, entre las delicatessen que se han incluido en este proyecto destaca su sistema de escape. Una pieza creada en titanio por MSPro, que incluye unos colectores inspirados en los de la Hypermotard 950, con un doble tubo paralelo que da servicio al cilindro trasero, ganando así el recorrido necesario; y otro llamativamente recto para el delantero. Todo ello, rematado con un silencioso de SC Project, modelo S1GP. Y cómo no, un deportivo embrague en seco STM, que muestra sus intimidades sin pudor… lujuria pura.
Arrogante deportividad
Por lo que nos comentaba Winston, el cliente le dio bastante rienda suelta en este proyecto, pero como buen profesional, notó su predilección por algunas de las transformaciones participantes en las carreras de Pikes Peak, como las de Bott Power o Deus Ex Machina. Motos con un arrogante carácter deportivo, basado en gran medida en unas partes ciclo de primerísimo nivel. Por ello, la Rough Crafts Apex Assault muestra una apabullante lista de componentes de los que os vamos a mencionar los que más nos han llamado la atención.
Para empezar por orden de importancia, en el tren delantero encontramos una horquilla Ohlins FGR300, personalizada con botellas fabricadas en fibra de carbono por CeraCarbon Racing; y tijas de CNC Racing y Rough Crafts, para la inferior y superior respectivamente. Incluyendo esta última los soportes para los semi-manillares y la instrumentación. Una auténtica pasada, a la que apoya en la zaga el amortiguador trasero Öhlins original, al que se ha oscurecido e incorporado un ajustador de la precarga de Andreani Taiwán.
Tampoco son “peccata minuta” sus ligerísimas llantas de carbono Blackstone TEK (BST), modelo Rapid TEK, y su decoración personalizada. Calzadas con neumáticos Pirelli Supercorsa V3, de medidas 120/70 y 200/55. Unas impresionantes ruedas que son detenidas por un equipo proveído por Beringer Brakes, compuesto de pinzas radiales de 4 y 2 pistones, con sus correspondientes bombas de accionamiento.
Derroche premium
Para acabar, y dejándonos muchos detalles en el tintero, vamos a enumerar el derroche de piezas de alta gama que completan a esta preciosidad ítalo/taiwanesa. En el apartado puramente mecánico, tenemos un sistema de desconexión rápida para el freno, hecha en titanio por la marca italiana Accossato; y una corona de la transmisión fabricada en fibra de carbono por CeraCarbon Racing, acoplada mediante un porta-coronas de titanio de CNC Racing. Marca esta última que además firma: los embellecedores del radiador y del encendido, el guardabarros trasero, el esclavo de embrague hidráulico, el protector de la bomba de agua, el sistema de refrigeración de los discos delanteros y una larga lista de otras piezas con la que nunca acabaríamos.
También son remarcables los controles de los reposapiés de Sato Racing; o la minúscula iluminación trasera, Koso Ion 3 en 1, que precisó de algunos ajustes en su instalación. En resumen, una moto hermosa por los cuatro costados con un carácter 100% deportivo, perfecta para ser admirada y sobre todo usada, por que no hacerlo sería todo un pecado.
