Con un precio de 12.900 €, la Triumph Bonneville Bobber, mezcla un aspecto retro y minimalista, con un potente motor bicilíndrico de 1.200 cc y una avanzada electrónica, todo ello para crear una de las motos más elegantes del mercado.
La estética Bobber, tan de moda actualmente, es quizás la más antigua forma de customización. Nace a finales de los años veinte, con las primeras transformaciones realizadas en los Estados Unidos, donde se buscaba mejorar las prestaciones de las pesadas motos de la época. Para ello, se prescindía de todo lo superfluo, manteniendo solo lo básico. Esta tendencia empezó llamándose “Bob Job”, derivando con el tiempo en Bobber.
La marca de Hinckley, partiendo de su T120 ha creado la nueva Triumph Bonneville Bobber, una moto que consigue llevar al máximo este estilo de customización, dándole además un toque de sobria distinción.
Estética y Carrocería
La Triumph Bonneville Bobber presenta un diseño minimalista, con un tren trasero de aspecto rígido, que esconde una moderno mono-amortiguador Kayaba bajo su asiento monoplaza. Este asiento, de tipo flotante, está fabricado en aluminio y es ajustable en altura y distancia, lo que convierte a la Bobber en una moto accesible para casi todos los públicos. Además, los reposapiés tienen una cómoda posición centrada y van acompañados de un precioso manillar plano, bastante ancho, montado sobre unas torretas con un acabado en plateado y grafito.
En su escueta carrocería destacan su esculpido depósito de gasolina y el envolvente guardabarros trasero. En cuanto a las opciones de pintura, tenemos cuatro: Ironstone mate; Morello Red; Competition Green y Frozen Silver; y el clásico Jet Black.
Detalles de la Triumph Bonneville Bobber
Esta Triumph es una moto de capricho, por lo que se han cuidado al máximo los detalles y las opciones de personalización. Entre sus detalles, tenemos cubriendo la batería una caja de aspecto retro, con una brida de acero inoxidable; los retrovisores, siguiendo la moda actual, van situados en los extremos del manillar; su inyección electrónica, se camufla tras la apariencia de carburadores; las manetas de freno y embrague, son ajustables en extensión; las barras de la horquilla, van cubiertas por unos fuelles de goma; y el eje de la rueda trasera, imita un freno de tambor. En cuanto a la personalización, desde Triumph nos ofrecen unos 150 accesorios, que cubren tanto aspectos estéticos como mecánicos, a los que seguro se unirán otros tantos de la industria auxiliar.
Motor High Torque
El motor de la Triumph Bonneville Bobber es similar al montado en las demás Bonneville “gordas”. Se trata del 1.200 cc High Torque, al que se le ha dado una configuración específica. Este propulsor incluye un sistema de refrigeración líquida en el que se ha instalado un ventilador más grande en su radiador. También varía el sistema de escape respecto a las otras Bonneville, siendo en este caso más ligero, con una doble salida en acero inoxidable cepillado, donde el catalizador va oculto en la parte delantera del chasis y sus dos cortos silenciosos tienen sus extremos biselados.
En cuanto a las prestaciones, este bicilíndrico genera un par motor de 106 Nm y 77 cv de potencia a tan solo 6.100 vueltas, más que suficiente para.
Electrónica, sí, electrónica
En la nueva Triumph Bonneville Bobber, se ha hecho un auténtico esfuerzo orientado a dar la mejor experiencia de conducción. Para ello se ha apostado por incluir un completo paquete electrónico, que incluye un suave acelerador electrónico, apoyado por un eficiente embrague asistido y un sistema de control de tracción con posibilidad de desconexión. Pensando en la seguridad en marcha, se ha montado el obligatorio ABS y dos modos de conducción, Road y Rain, fácilmente seleccionables desde el manillar. Por último, desde su bonita llave se accede a un práctico sistema de inmovilización del vehículo.
Parte ciclo a la altura
Como no podía ser de otra manera, esta nueva Triumph incorpora una parte ciclo a la altura de lo que se espera de una moto de estas características. En ella destacan sus llantas negras de radios, de medidas: 18 x 2,5” delante y 16 x 3,5” detrás, calzadas por unos neumáticos Avon Cobra; el ya mencionado basculante trasero, que además de lo dicho, tiene la opción de instalar un caballete central; la suspensión delantera es una horquilla Kayaba con barras de 41 mm; y los frenos consisten, en una pinza axial de 2 pistones, para un disco de 310 mm delante, y detrás uno de 255 con una pinza de un único Pistón. Todo ello para un peso en seco de 228 Kg, una altura desde el asiento de 690 mm en su posición más baja y una distancia entre ejes de 1.510 mm.
En definitiva, una preciosidad de estilo vintage que robará el corazón más de un buen aficionado nostálgico.