Good guys wear black.
Con
Desde su llegada al panorama de las motos custom, esta marca propiedad de Polaris, el gigante de las motos de nieve, se ha caracterizado por hacer las cosas a su manera, marcando un estilo propio tanto en el diseño de sus motos, claramente futurista, como por el nivel de sus acabados o sus imponentes bicilíndricos de 106 pulgadas calados a 50 grados.
Con un catálogo de 15 modelos divididos en tres familias: Touring, Baggers y Cruisers, se puede decir que, tras poco más de una década de existencia, el proyecto está claramente asentado en todo el Mundo, incluido nuestro país, donde dispone de una extensa red de distribución.
¿Baggers?
Lo que se ve.
A primera vista, lo que se ve es que es una moto grande, con un kit de maletas rígidas, fabricadas en fibra, que pueden acoger
Otro detalle que no pasa desapercibido en esta americana es su enorme faro delantero y su vertical luz trasera en forma de flecha, que le dan buena parte de su personalidad.
Un poco de técnica.
Como todas sus hermanas de marca,
En cuanto a la parte ciclo, monta un mono-amortiguador trasero de gas ajustable por aire; una bonita horquilla invertida de 43mm en color negro, con un lanzamiento de 29º; unos frenos compuestos por discos flotantes de 300mm para dos pinzas de 4 pistones delante y una de 2 detrás; y unas llantas negras de radios, con ribete rojo, de 18 y
En conclusión, una equipación a la altura de la competencia japonesa, que es su verdadero campo de batalla.
Ahora, sensaciones.
Según te subes, y retiras su larga pata de cabra, te das cuenta que aunque tiene su tamaño no es una moto que obligue a pasar por el gimnasio para poder llevarla. Tiene el peso concentrado muy abajo y su parte delantera es bastante ligera. Cuando te pones en marcha, empiezas a sacarle partido a su propulsor: es suave, progresivo y contundente si la situación lo exige. Permite circular por cualquier vía rápida sin sobrepasar las 3.000 vueltas, además dispone de un sencillo sistema de control de velocidad para recorrer muchos kilómetros (o millas, opción que puedes elegir en su consola) sin cansar en exceso la mano derecha. Pero no todo el camino está recorrido, un detalle claramente mejorable es el tacto del embrague: pesa demasiado y acaba pasando factura. Para mi gusto, no estaría mal que lo sustituyeran por uno hidráulico.
En cuanto a la posición de conducción, a pesar de lo que nos pueda llegar a hacer pensar su manillar, es realmente cómoda: las plataformas no transmiten apenas vibraciones; el asiento es de lo más acogedor que he probado, tanto para el conductor como para el acompañante, y su manillar es regulable en altura, adaptándose a la talla del conductor. Quizás los retrovisores, sean el único pero, al estar colocados justo a la altura de los ojos.
Por último, hay que mencionar el buen tacto de la moto en general. El conjunto chasis/amortiguación, permiten atacar las zonas reviradas con bastante solvencia, para una moto con 1.670mm de distancia entre ejes, a la vez que es lo suficientemente absorbente como para no sufrir demasiado cuando el firme se pone feo. También se deja llevar en ciudad, una vez te haces a ella, no es un scooter, pero la suavidad de su motor y su amplio rango de funcionamiento facilitan los paseos urbanos. Lo dicho, una moto muy especial, con la que no dejarás a nadie indiferente.
Texto: Manel Hospido
Fotos: Eu Bermejo