WALT SIEGL MOTORCYCLES: WSM SUPERBIKE #2

ANOREXIA DUCATI

Foto 10 WSM Superbike #2

Os presentamos la segunda creación de la gama WSM Superbike, de Walt Siegl Motorcycles. Una deportiva que toma como donante una Ducati 1098.

Fotos: Gregory George Moore (@gregorygeorgemoore)

Foto 04 WSM Superbike #2

Desde el norte de la costa atlántica de los Estados Unidos, más concretamente desde la región de Nueva Inglaterra, nos llega la segunda entrega de la recién inaugurada familia Superbikes de Walt Siegl Motorcycles. La WSM Superbike #2, una bella moto creada a partir de una Ducati 1098, donde Wal Siegl ha vuelto a dar rienda suelta a una de sus obsesiones: la reducción de peso.

Foto 09 WSM Superbike #2

Superbike

La WSM Superbike #2 es la segunda moto con esta denominación de la firma Walt Siegl Motorcycles (WSM) y la primera con un motor Ducati propiamente de superbikes, ya que el modelo #1, aunque incorporaba un motor Ducati, era un híbrido con refrigeración aire construido por el taller especializado en mecánicas desmodrómicas: Meyers Performance. A pesar de esta diferencia, ambas motos montan chasis similares y unos bellos carenados completos que son y serán el común denominador de esta familia.

Foto 06 WSM Superbike #2

Un pasado ilustre

Como os adelantábamos, la WSM Superbike #2 equipa un motor Ducati proveniente de una 1098, un modelo con el que ganaba su último Campeonato del Mundo de Superbikes Troy Bayliss, allá por 2008, y que fue el precedente a la 1198R de Carlos Checa, última Ducati bicilíndrica capaz de ganar en esta categoría (2011). Este palmarés demuestra que estamos ante el motor de una auténtica superbikes boloñesa y más aún cuando el encargado en ponerlo al día ha sido Bruce Meyers, colaborador habitual de WSM cuando se trata de propulsores Ducati.

Foto 05 WSM Superbike #2

Acompañando y optimizando este propulsor, se ha instalado una nueva electrónica que permite sacar su máximo potencial tanto en circuito como en carreteras abiertas. Compuesta de un nuevo cableado; una instrumentación L2M Chrome Plus, con sistema de adquisición de datos; una ECU totalmente programable; y los necesarios controles de tracción y Quick Shift, que permite subir y bajar marchas sin usar el embrague. Todo ello adaptado a un sistema de escape artesanal con un colector dos en uno y un silencioso SC Project.

Foto 08 WSM Superbike #2

Geometría de carreras

Uno de los puntos fuertes de WSM son sus chasis y este es de los buenos. Se trata de un cuadro multitubular hecho con tubos de acero al cromo-molibdeno, que Walt Siegl diseñó en colaboración con su técnico principal, Aran Johnson, a partir de las geometrías de las motos de World Superbikes. Lo completa, en su parte trasera, una única pieza de carbono que hace las veces de colín y subchasis, que apenas pesa un kilo; y una araña delantera de aluminio de fabricación propia.

Foto 07 WSM Superbike #2

Siguiendo con la parte ciclo, se han instalado suspensiones de la sueca Öhlins que incluyen una efectiva horquilla presurizada FGR y un amortiguador TTX, que actúa sobre el imponente basculante monobrazo original de la 1098. Para los frenos, también se ha optado por uno de los referentes del mercado, Brembo, que proporciona para el tren delantero dos pinzas radiales monobloque y discos de 330 mm de diámetro con latiguillos de Spiegler Performance.

Foto 03 WSM Superbike #2

Lucha contra la báscula

Una de las obsesiones del Sr. Siegl es el peso, todas sus creaciones tienen este objetivo y la WSM Superbike #2 no podía ser menos. Por ejemplo, su elegante carrocería, los tubos de admisión y el airbox están fabricados en fibra de carbono. La primera la componen el ya mencionado colín monoplaza y un carenado completo, donde destaca una clásica óptica circular y una cúpula de Gustafsson Plastics. Siguiendo esta máxima, tampoco las ruedas se han librado de esta dieta de adelgazamiento, montando unas ligeras llantas OZ Racing de aluminio, calzadas de unos pegajosos neumáticos Dunlop Sportmax Q4.

Foto 02 WSM Superbike #2