La Blacktrack BT-05 Cento es producto de la colaboración de Sacha Lakic y los hermanos Guareschi. El resultado es una Moto Guzzi deportiva de 1.400 cc y tan solo 175 Kilos, de la que solo se van a fabricar 10 unidades.
Fotos: Sebnunes (@sebnunes); Blacktrack (@blacktracklifestyle)
Con la Blacktrack BT-05 Cento, Sacha Lakic cumple una de sus asignaturas pendientes: crear una deportiva a partir de un motor de Moto Guzzi. Para conseguirlo, ha contado con la ayuda de Guareschi Moto, un taller especializado desde hace más de 50 años en las mecánicas del Águila Alpina y donde encontramos los últimos rescoldos del “Cuore Sportivo” que siempre formó parte del ADN de estas bicilíndricas. No debemos olvidar, que detrás de la última gran gesta deportiva de Moto Guzzi estaba uno de sus propietarios: Gianfranco, que con una MGS-01 ganaba el Battle of the Twins de Daytona (BOTT), en 2006 y 2007.
Bicilíndrico “Big Block”
Volviendo a la actualidad, aunque sea a medias, la Blacktrack BT-05 Cento, está creada alrededor de un motor Moto Guzzi de ocho válvulas reacondicionado. Pudiendo provenir este de una Griso o una 1200 Sport, ambas de la primera década del presente siglo. En cualquier caso, tras ser rehecho por completo, este pasa a cubicar 1.382 cc. Recibiendo además un radiador de aceite, fabricado en aluminio; un nuevo “Air Box” de fibra de carbono; y un exquisito sistema de escape dos en uno en titanio, creado exprofeso por la italiana Zard. El resultado son 136 caballos de potencia, a algo menos de 7.500 vueltas; y un contundente par motor de 144 Nm, cuando se llega a las 5.000 revoluciones.
Tacto solo pista
Como os adelantábamos, la Blacktrack BT-05 Cento está en principio creada para un uso exclusivo en pista. Esto supone haber apostado por lo mejor del mercado para conseguir ese tacto que permite rodar fuerte en un circuito. Buenos ejemplos de este derroche en post de la eficacia son sus suspensiones de origen sueco (Öhlins), compuestas de una horquilla invertida FGRT y un amortiguador TTX. Sin duda un competente equipo, que se une al asfalto a través de unas ligerísimas llantas de magnesio de 17 pulgadas, del catálogo de Marvic; que van calzadas con neumáticos Michelin Power RS (120/70 y 190/40); y que son detenidas, en el caso del tren delantero, con dos pinzas radiales Brembo M50 para discos de 333 mm.
Cuando el marco cuenta
Todo lo dicho hasta ahora, de poco serviría sin un chasis a la altura, quizás la pieza más importante del conjunto en lo que al apartado dinámico se refiere. El de esta Blacktrack ha sido fabricado por Guareschi Moto, mediante una estructura de tubos de sección circular de acero, al igual que su escueto subchasis. Dos piezas, que con sus 10,7 y 1,7 kilogramos de peso respectivamente, son responsables en buena medida de los 175 kg que la BT-05 Cento marca en la báscula. Pero no todo es peso, detrás de este marco, encontramos todo el know how de los hermanos Guareschi y en especial de Vittoriano. Que, gracias a su dilatada carrera en la competición, donde encontramos participaciones en mundiales como los de Supersport y Superbikes; e incluso MotoGp, donde fue piloto probador y jefe del equipo oficial Ducati, ha sabido transmitirle a esta deportiva ese tacto que tan solo consiguen los auténticos profesionales.
Sacha
Una vez que la moto corre y va por donde debe, toca vestirla… y ¿Quién mejor que Sacha Lakic? Y es que este serbio, afincado en Luxemburgo, no nos deja de sorprendernos con su actividad creativa bajo el paraguas de su marca BlackTrack. Donde además de otras tres motos, tenemos un elegante Porsche, todo ello impregnado de su filosofía de mirar hacia el pasado para diseñar el futuro.
En el caso de la BlackTrack BT-05 Cento, la inspiración viene, como no podía ser de otra manera, de la mítica Le Mans de los setenta. Una moto, que no sirve de modelo para crear una réplica más o menos exacta, si no que se convierte en el punto de partida para hacer algo distinto, pero que nos recuerda a ella. Para ello, Sacha a creado una ultra-minimalista carrocería, que deja todo el protagonismo al conjunto motor/chasis. Un conjunto de piezas cuya decoración será única para cada una de las 10 unidades que se van a fabricar, optando por combinaciones de colores que homenajeen a algunos de los grandes circuitos. En el caso de la moto que ilustra esta entrada, es por el circuito de Charade, de Clermont-Ferrand.
Personalización y detalles
Volviendo a la carrocería, y como muestra de las posibilidades de personalización de cada una de las unidades que se van a comercializar, esta puede estar fabricada en fibra de carbono o en una combinación de esta con fibra de vidrio. También se puede optar por hacerla homologable para su uso en calle, gracias a un conjunto de accesorios aprobados por la TÜV alemana… siempre dependiendo de cada país. O rizar el rizo, y cambiar algunas de las exclusivas piezas que os enumeramos a continuación y que son el estándar: Interruptores CNC Racing, sistema de encendido sin llave, instrumentación Motogadget Motoscope Pro, manetas Brembo RCS, asiento SQP Motors, etc.