La Tamarit Jade es la moto número 100 fabricada por este constructor español. Un modelo creado sobre la base de una Triumph Thruxton 900, que fue presentada en el Artcurial, una de las casas de subastas más prestigiosas de Paris.
100
Pocos fabricantes pueden jactarse de haber construido 100 motos, Tamarit Motorcycles puede hacerlo, y la Jade es la afortunada. Para construir este caferacer, esta marca española afincada en Elche (Alicante), ha decidido aprovechar todo el conocimiento cosechado durante estos últimos años para hacer una moto 100% artesanal. Para ello, han decidido tomar como base uno de los modelos que más satisfacciones le ha dado: la Triumph Thruxton 900… de carburación.
Thruxton 900
Para todos aquellos a los que nos gustan los caferacer, la Thruxton 900 es todo un icono. Una moto que campó por los catálogos durante las dos primeras décadas de este siglo, y que suponía una auténtica caferacer-cliente. Una Triumph que requería de pocos cambios para representar toda aquella cultura del motor, pero que como no podía ser de otra manera, tardo poco en recibir las ansias de individualidad de sus felices propietarios. Esto supuso la aparición de un sinfín de transformaciones sobre este modelo y con ellas, la llegada de nuevos fabricantes de piezas especializados en esta moto y sus hermanas de marca. Un buen ejemplo de todo esto es Tamarit Motorcycles, que, con su buen hacer y calidad, ha sabido hacerse un hueco en el panorama mundial.
Motor artesanal
Antes comentábamos que la Tamarit Jade es una moto 100% artesanal, lo que puede generar algunas dudas una vez se ha dicho que para su creación se ha tomado como base una Thruxton. Pues bien, la explicación es sencilla. Para empezar, el motor de la Tamarit Jade, ha sido totalmente desmontado y rehecho, aprovechando este momento para cromar algunos elementos; y regalarle un espectacular sistema de escape, dos en uno, de salida a media altura por el lado derecho, de la italiana Zard.
Igual destino ha sufrido el chasis, que ha sido totalmente transformado para acoger en su parte frontal un sistema de refrigeración para el aceite del motor; y detrás, un basculante tipo cantiléver, con un único amortiguador. Una pieza esta última, que es 15 cm más larga que la original; y que como el resto del cuadro va cromado. En cuanto al subchasis… básicamente no existe, quedando resumido a un soporte para el asiento monoplaza, tipo flotante, lo que ha obligado a la recolocación de la batería en una caja hecha para la ocasión, situada bajo el basculante, lo que ayuda a bajar el centro de gravedad del conjunto.
Exclusividad
Siguiendo con la descripción de esta auténtica joya sobre dos ruedas que es la Tamarit Jade, debemos detenernos en su carrocería. Lo primero que llama la atención es sin duda su color, que como su propio nombre indica recrea el de esta cara piedra ornamental, lo que combinado con el mencionado cromado que cubre chasis, basculante y tapas del motor; y que algunas piezas están mecanizadas en latón, como la tornillería, los logotipos y los tetones de los radios, crea una imagen realmente impactante.
Volviendo a la carrocería propiamente dicha, esta está compuesta por tres piezas: el semicarenado, la bañera o quilla y el depósito de gasolina. El primero es sin duda una auténtica gozada para cualquier nostálgico de las motos deportivas de los sesenta. Con una marcada forma de bala gracias a la pieza de metacrilato que cubre aerodinámicamente su clásico faro redondo. De la bañera, cabe destacar su diseño, que apuesta por cubrir prácticamente todo el cárter, aportando un plus de personalidad al conjunto. Por último, su depósito, consigue hacerse un hueco en este derroche de diseño gracias a los protectores laterales de cuero marrón, su tapón de llenado y los emblemas que luce a cada lado.
Cuero y detalles
Retomando los protectores laterales del depósito, estos lucen un bonito patrón de rombos, a juego con la textura central del asiento. Un sillín monoplaza, esbelto y ligero, que flota sobre un soporte cromado, que incluye la iluminación trasera e intermitentes, y que merece un vistazo largo y detenido.
Para acabar, os vamos a enumerar algunos de los detalles que incluye la Tamarit Jade y que provienen de algunos de los proveedores presentes en el catálogo online de esta marca. Uno sería el minimalista velocímetro integrado en la tija superior, modelo Motoscope Mini de MotoGadget. También tenemos los discos lobulados Galfer, esta vez mordidos por unas exquisitas pinzas Beringer Brakes doradas; los filtros de aire de alto flujo de K&N; o las elegantes estriberas de aluminio, fabricadas mediante CNC. En resumen, una moto que hace gala del origen celestial que la palabra jade significa en chino.
