La KTM 890 Duke GP es una naked deportiva de media cilindrada con una decoración muy, muy especial. Una moto ligera y dinámica, que dispone de un bicilíndrico paralelo de 115 CV, una efectiva parte ciclo y una electrónica de primer nivel.
LC8c
Para empezar, una de las cosas que más me han sorprendido de la KTM 890 Duke GP ha sido la suavidad de su motor. No es que le falte carácter, todo lo contrario, sus 115 caballos de potencia y 92 de par motor lo demuestran, pero la práctica ausencia de vibraciones que proporcionan sus dos ejes de balance invitan a buscar la parte alta del tacómetro sin miedo a perder la línea correcta, centrándote solo en colocar la moto donde quieres… ¡Una gozada!
Siguiendo con el propulsor, como muchos sabréis, se trata de un bicilíndrico paralelo de 889 cc (LC8c), con refrigeración líquida, que incluye un eficaz embrague antirrebote, denominado PASC. Al que acompaña, un eficiente acelerador electrónico o Ride-by-Wire, como prefiráis; y un sofisticado paquete electrónico en el que vamos a profundizar un poco más tarde. Todo ello se traduce en una impactante facilidad de uso, que se adapta perfectamente a todas las posibilidades que debe ofrecer una moto de este segmento; y por qué no, a un amplio abanico de experiencias de pilotaje.
Apex
En cuanto a la parte ciclo, todo gira alrededor de un compacto chasis de tipo “portante”, hecho a base de tubos de acero al cromo molibdeno. Un cuadro que se siente lo suficientemente rígido como para un uso deportivo intensivo, pero que gracias a sus soberbias y bien taradas suspensiones permite también un uso muy, pero que muy polivalente. Hay que mencionar que en el diseño de su subchasis se ha tenido muy en cuenta la reducción de peso y simplicidad, ubicando dentro de este el airbox.
Retomando el tema de las suspensiones, como es lógico, todas son de la marca WP, perteneciente al grupo. Así, tenemos en el tren delantero una horquilla invertida con barras de 43 mm, de la gama Apex. Con tijas de fundición, que tiene la peculiaridad de ofrecer la posibilidad de personalizar la posición del manillar en cuatro puntos. Y detrás, actuando sobre un basculante de fundición de aluminio, con sus reconocibles nervios de refuerzo, un amortiguador de la misma gama, anclado directamente, con ajustes “Factory”.
Por último, otro elemento que también ayuda al excelente tacto que ofrece en marcha la KTM 890 Duke GP es su amortiguador de dirección. Que se hace muy presente en aquellas curvas donde el asfalto no es precisamente homogéneo. Absorbiendo sus imperfecciones y permitiendo seguir con nuestra trazada sin sobresaltos.
Ayudas
Como antes os avanzábamos, vamos a hacer una pequeña parada en la electrónica de esta KTM. Sin lugar a duda, una de las más completas entre las naked deportivas de media cilindrada. Buena muestra de ello es su sistema de control de tracción (MTC). Que incorpora un sensor de inclinación 6D que detecta también la llamada posición “Guiñada”. Un sistema, que, junto al ABS, también sensible al grado de inclinación (MSC) y con modo Supermoto; la respuesta del acelerador; la entrega de potencia; y el sistema anti-wheelie, son gestionados a través de los tres modos de conducción que ofrece KTM como equipación estándar: Rain, Street y Sport.
En el caso de la moto que probé, además, se incluían todas las ayudas electrónicas opcionales, así como el modo de conducción Track, que es totalmente personalizable y está especialmente indicado para una mañana de tandas. Yo, como era lógico en una prueba de este tipo, alterne entre los modos Street y Sport. Que cumplieron con nota, todas las expectativas que se esperan en un uso en carreteras abiertas. Como también lo hizo el QuickShift+, otro extra que ningún futuro comprador debe dejar de incluir. Y que funciona a la perfección tanto para subir como para bajar marchas a poco que estés pendiente de lo que estás haciendo.
Ergonomía y buenos detalles
Para acabar con la entrada sobre esta completísima austriaca, vamos a fijarnos en dos aspectos que cada vez son más tenidos en cuenta entre los potenciales compradores: la ergonomía y los detalles. Entre los primeros, además de la mencionada posibilidad de adaptar la posición del manillar, debemos destacar la cómoda posición que ofrecen sus reposapiés, nada forzada; y su altura desde el asiento al suelo, de apenas 820 mm. Todo esto sumado, se traduce en un triángulo ergonómico apto para un amplio rango de usuarios y de usos, incluyendo la odiada visita al tráfico urbano, que con ella se vuelve más amable.
En cuanto a los detalles, el más obvio es su decoración. Que para este 2023, además del clásico y deportivo naranja, tenemos una preciosa combinación negro/blanco/naranja, similar a la usada en los “Winter Test” de MotoGp. Junto a ella, unas impresionantes y ligeras llantas en color naranja; su intuitiva pantalla TFT; la iluminación “Full LED”, con esa agresiva doble óptica delantera; y ese espíritu tan KTM: “Ready to Race”, bien valen los 11.559,00 € que hay que dar a cambio en España para disfrutarla.
