La Rough Crafts Igneous Ripper, es la transformación de una Ducati Hypermotard 939 en una elegante Street Tracker, con la que hacer más llevadero el congestionado tráfico de Taipéi a su propietario, eso sí, sin perder por ello ni un ápice del carácter de este modelo.
Fotos cortesía: Rough Crafts
Hypermotard 939
A grandes rasgos, la moto donante para la creación de la Rough Crafts Igneous Ripper: La Ducati Hypermotard 939, es una moto deportiva de suspensiones altas. Una moto cuyo propulsor es un bicilíndrico de 937 cc, capaz de entregar 113 CV de potencia; y que hace de la agilidad su fuerte. Esta versión de la Hypermotard, que llegaba al mercado en 2016, monta un clásico chasis multitubular, apoyado de un buen equipo de suspensiones, ruedas y frenos, todo ello para disfrutarla buscando los límites. Hasta aquí, todo del agrado del propietario de la Rough Crafts Igneous Ripper, que sin embargo tenía en su altura, 870 mm desde su asiento, un auténtico problema para usarla a diario por su ciudad (Taipéi), por lo que decidió ponerse en las manos de Winston Yeh para ver qué se podía hacer.
Street Tracker
Como era lógico, la solución para este problema debía buscarse en el mundo de las carreras, era la única manera de mantener el carácter de la Ducati Hypermotard, adaptándolo a las necesidades del cliente. Dicho y hecho: ¡¡¡Flat Track!!!… ¿Hay algo más deportivo y de moda hoy en día? Pero debía poder usarse a diario, por lo que se domesticó la idea llegando con ello a un concepto con cada vez más adeptos: Street Tracker. Una moto que tomase su estética de los óvalos de arena americanos, pero que cumpla con las exigencias, en cuanto a frenos, ruedas y demás, que pide un uso urbano.
Parte ciclo de altura
El primer paso para convertir una Hypermotard de Ducati en una Street Tracker es sustituir sus suspensiones, reduciendo con ello la altura. Por ello, se ha instalado una horquilla invertida Öhlins FGRT207, de 755 mm de tamaño total y un recorrido de 120 mm; y un amortiguador de la misma marca, personalizado para la ocasión, con Piggy-back y muelles en negro. El resultado es una reducción en el tren delantero de unos 5 cm y de 2,5 en el trasero. Unas suspensiones adaptadas a las necesidades del propietario que se completan con un amortiguador de dirección también sueco de nacimiento.
Carrocería hispano-taiwanesa
Una curiosidad de la Rough Crafts Igneous Ripper es la inclusión en la carrocería de una pieza española. La razón es obvia, la calidad que ofrece BottPower y el excelente diseño que tiene en este caso la sección trasera desarrollada para su XR1. Una pieza fabricada en fibra de carbono de primerísima calidad, que transmite deportividad por los cuatro costados.
Junto a esta aportación ibérica, encontramos de nuevo el excelente saber hacer de este fabricante taiwanés, reflejado en tres elementos que completan la carrocería de la Rough Crafts Igneous Ripper: el depósito de gasolina, con la instrumentación integrada en su parte delantera; las cubiertas laterales del radiador, que fluyen sobre el mencionado depósito como si fueran un todo; y la clásica careta frontal, con doble óptica superpuesta. Todo ello, cubierto de una elegante capa de pintura negro brillante, con zonas solo lacadas; y filetes en color metálico… ¡¡¡Impresionante!!!
Algunas “chuches”
Como es lógico, además de en la carrocería y la concepción del proyecto, Winston Yeh ha querido dejar su impronta en la elección de algunas piezas de la Rough Crafts Igneous Ripper, muchas de ellas de fabricantes con los que suele trabajar. Un ejemplo de ello es la italiana SC Project, que ha sido la encargada de proporcionar el silencioso, al que se unen unos colectores artesanales. O las ligerísimas y caras llantas BST de fibra de carbono, una auténtica delicatessen de procedencia sudafricana.
También el sistema de frenos está firmado por un asiduo en las creaciones de Rough Crafts: Beringer Brakes. Que ha proporcionado unas efectivas pinzas radiales modelo Aerotec. Accionadas por una preciosa bomba, también radial, a la que acompaña una gemela que actúa sobre el embrague. Siguiendo con el tema del embrague, se ha montado un cárter transparente de Ducabike, fabricado en Ergal, con su correspondiente plato empujador customizado. En conclusión, un buen número de “chuches” que no hacen más que elevar, aún más si cabe, el nivel de esta creación de Rough Crafts.