La Rough Crafts Miltown Moonshine es un precioso bobber, que mantiene todas las características propias de este tipo de motos artesanales, pero que incluye algunas piezas muy actuales que mejoran su fiabilidad y mantenimiento.
Los tiempos cambian, por mucho que a muchos nos cueste hacernos a la idea. Un buen ejemplo de ello es la preciosa Rough Crafts Miltown Moonshine, que, a pesar de su apariencia vintage, arraigada en la más extrema ortodoxia, apuesta por la innovación montado piezas como su espectacular horquilla o el eficiente sistema de frenos, que, sin perder un ápice de nostalgia, son elementos con un mantenimiento y posibilidad de reparación mucho más asumibles que las piezas 100% artesanales propias de este segmento.
Springer
En la génesis de este proyecto se encuentran las elucubraciones sobre la horquilla que monta una de las grandes creaciones de Winston Yeh, la Graphite Speedster. Una auténtica obra de arte, que sin embargo tiene todos los peros de un trabajo 100% artesanal y experimental. Por ello en la Rough Crafts Miltown Moonshine se optó por buscar en la industria auxiliar una horquilla similar, que tras su imagen añeja escondiera una buena cantidad de tecnología de última generación.
La elegida fue una pieza fabricada y distribuida por el especialista italiano Rebuffini Cycles. Una horquilla tipo “Springer”, que nace de un encargo de Redemption Choppers, y que cumple a la perfección con lo que se buscaba. Está fabricada en aluminio Billet 6082, con casquillos y pasadores de acero, usando la tecnología tridimensional; y consta de dos amortiguadores hidráulicos Öhlins, creados exprofeso para ella.
Systèm 4D
El otro elemento que os mencionábamos, los frenos, tampoco se quedado a la zaga. En este caso unos Beringer Aerotec Systèm 4D, con cuatro discos en el tren delantero y la mitad del sistema detrás, es decir dos discos más. Todo ello mordido con pinzas radiales de 4 pistones, dos delante y una atrás. Entre las virtudes este novedoso sistema es el aumento de potencia; y la reducción de peso e inercia giroscópica. Eso sin contar con el aspecto tan soberbio que desprenden.
Bobber
Leyendo todo lo anterior, podemos caer en la tentación de pensar que esto no es un auténtico bobber… para gustos los colores, como se suele decir, pero con un poco de objetividad podemos encontrar en la Rough Crafts Miltown Moonshine todas las señas de identidad que obliga el pedigrí. Para empezar su liviana sección trasera, donde junto a un escueto guardabarros encontramos un kit de asiento de los polacos BT Choppers, debidamente adaptado para la ocasión, al que cubre un excelente trabajo de cuero. También su elegante y sobrio depósito de gasolina tipo “Sportster”, con tapón de Rough Crafts, participa de esta filosofía. Por no decir sus inmensas ruedas. Una combinación de llantas Roland Sands Design Diesel Black-Ops de 18 y 16 pulgadas, engomadas con unos neumáticos súper-retro Duro Adlert Classic… ¿Falta/sobra algo?
Orfebrería
Siguiendo con la filosofía bobber, a muchos les sobrará el derroche de lujo que emana de esta Harley Davidson M8. Puede que tengáis algo de razón, pero cada creador tiene su propio estilo y es bueno que se mantengan fieles a ello. Por eso, en la Rough Crafts Miltown Moonshine encontramos detallazos de todo tipo. Por un lado, a nivel práctico, destacan los mandos de freno y embrague, con sus correspondientes botoneras, de Rebuffini. Que van montadas sobre un manillar Fighter Bars con torretas artesanales sacado del catálogo de la casa. Una “publicación” de la que también han salido los intermitentes, el precioso faro con rejilla o el impresionante escape dos en uno, con salida a media altura por el lado derecho.
Por otro lado, por ese en el que el fin es la simple belleza, encontramos un buen número de tapas y cubiertas nacidas de la colaboración de este constructor taiwanés con uno de los gigantes del sector: Arlen Ness. A las que se unen las insignias del depósito de gasolina y de las varillas de los empujadores, diseñadas por 2 Abnormal Sides; y la cubierta del embrague de Performance Machine. Todo ello, como no podía ser de otra manera, sobre un exquisito trabajo de pintura, obra de Rover Works Custom Paint. Sin duda, un bobber con estilo.
