La Triumph Speed Twin Breitling Limited Edition nace de la colaboración de este fabricante británico de motos con la aclamada relojera suiza que le da nombre. Una autentica pieza de coleccionismo, de la que solo se van a fabricar 270 unidades, y que se puede completar con un cronógrafo a juego.
Está claro que la apuesta de las marcas europeas de motos pasa por aumentar la calidad y exclusividad de sus productos frente a la competencia oriental. Un buen ejemplo es la Triumph que hoy os presentamos, una preciosa neoclásica que combina las bondades del modelo estándar, con “cuatro” detalles premium y una pintura superespecial para convertirse en toda una joya.
Bicilíndrico de 100 caballos
Para empezar con este pequeño repaso de la nueva Triumph Speed Twin Breitling Limited Edition, es lógico fijarnos primero en su motor. Como en el resto de las actuales Modern Classic de Triumph, se trata de un bicilíndrico en paralelo, aunque en este caso es el más “gordo”, el de 1.200 cc. Un propulsor que entrega 100 caballos de potencia, a 7.250 vueltas; y un par motor máximo de 112 Nm, cuando el tacómetro marca los 4.250 giros. Unas cifras que mejoran las ofrecidas por la versión anterior y que colocan a la nueva Speed Twin muy cerca de la más deportiva Thruxton RS, aportando además un mayor nivel de comodidad y accesibilidad.
Comodidad y accesibilidad
Algunos os habréis quedado un poco intrigados con eso de la mayor comodidad y accesibilidad, pues bien voy a explicároslo. Esta afirmación se sostiene principalmente en el apartado ergonómico. La Speed Twin Breitling y el modelo estándar montan manillares planos, frente a los semi-manillares de la Thruxton; y sus reposapiés van colocados 38 mm más delante y 4 mm más bajos, ofreciendo un triángulo ergonómico más cómodo. Si a esto le sumamos que la altura, desde el asiento al suelo, es un poco menor, de tan solo 809 mm; y que disfrutan prácticamente del mismo paquete de ayudas electrónicas que su hermana caferacer, con tres modos de conducción (Road, Rain y Sport), queda todo explicado.
Pero, además, por si fuera poco, las Speed Twin incorporan desde el año pasado una horquilla invertida Marzocchi, con barras de 43 mm. Lo que unido a unas eficientes llantas de aleación ligera y sus contundentes pinzas radiales Brembo M50, para discos de 320 mm, reduce mucho la distancia en cuanto a dinamismo respecto a la Thruxton, más si cabe en el caso de la edición limitada Breitling, donde encontramos la misma suspensión trasera, compuesta de dos amortiguadores Öhlins, totalmente regulables con depósitos Piggy-back.
Los “cuatro” detalles
Fijándonos ahora en exclusiva en la Speed Twin Breitling, además de los ya mencionados amortiguadores suecos tenemos otros detalles premium que os vamos a enumerar. Por un lado, dispone de dos elegantes embellecedores fabricados mediante CNC, con el logo de la marca de relojes: los de las tapas del embrague y alternador. Además, encontramos en la parte superior de las torretas del manillar una placa con el número de serie, al que acompaña un certificado de autenticidad firmado por los CEO de ambas marcas.
Abandonando el aluminio, esta versión limitada también monta un asiento de cuero perforado, con un clásico patrón acolchado, cosido con hilo gris, y donde destaca un bordado con la “B” de Breitling en la parte trasera. Por último, y también haciendo un guiño a la relojera, su instrumentación está compuesta por dos esferas que lucen el mismo diseño que un exclusivo cronógrafo, llamado Breitling Top Time Triumph, que podrán adquirir con prioridad los orgullosos propietarios de las 270 unidades que se van a fabricar de esta moto.
Marlon Brando
Para finalizar, vamos a detenernos en la característica más distintiva de esta edición limitada, su pintura. Para que os pongáis en situación, deciros que el bonito azul celeste que cubre a la Speed Twin Breitling se ha conseguido mediante el uso de un espectrógrafo a partir de una muesca de la pintura original que lucía la una Thunderbird 6T de 1953… sí, la misma moto que Marlon Brando llevaba en la película “The Wild One” (Salvaje). Además, se ha decorado con una banda color negro azabache, con una inscripción de Breitling, el mismo color que encontramos en los paneles laterales y el faro; y se han aplicado a mano, por un auténtico maestro en la materia (Gary Devine), unos filetes también en negro.
Para los que os habéis quedado embobados con esta preciosidad y la subida de la gasolina no os ha quitado las ganas de montar en moto, solo me queda daros la mala noticia. Para empezar, como ya sabéis, solo se van a fabrica 270 unidades para todo el mundo que seguro volarán de las “estanterías”; a lo que hay que sumarle que el precio en España va a ser de 19.000 €, unos 5.500 € más que la versión estándar; y como remate… ¿Cómo te vas a comprar la moto sin el reloj? Pues eso, súmale otros 5.290 €. Como suelo decir: “Hay vidas más baratas, pero no son vida”.