Durante una semana, probamos la Indian FTR 1200S “Race Replica”. Un modelo que supone un auténtico chorro de aire fresco para el sector de la moto americana, ofreciendo una imagen deportiva y juvenil que algunos incluso han calificado de hooligan. ¿Será para tanto?
Hace algo un par de años, Indian Motorcycle apostaba por diversificar su catálogo con un modelo mucho más dinámico: la FTR 1200. Una moto que hace suya la estética Flat Track, tan propia de esta marca. Nosotros pudimos disfrutar durante una semana de la exquisita FTR 1200S “Race Replica”, uno de los modelos tope de gama junto a la versión Carbon.
Urban Flat Track
Cuando decíamos que las FTR supusieron toda una novedad en la industria, no era porque no hayan existido naked más o menos deportivas de origen americano. La razón es por haber adaptado la estética y mentalidad de una categoría deportiva tan “Made in USA” como el Flat Track a una moto de calle. Porque no nos engañemos, según te subes a la Indian FTR 1200S te da la sensación de estar sobre algo distinto… y divertido, muy divertido.
Buena parte de culpa de esta sonrisa perenne que se te queda con esta moto la tiene su parte ciclo. Para comenzar, incorpora un envolvente chasis multitubular de acero, junto a un basculante del mismo material y estructura. Un rígido cuadro que actúa sobre unas suspensiones totalmente regulables compuestas por una horquilla invertida, con barras de 43 mm y 150 mm de recorrido; y un amortiguador con “Piggy Back”, situado al lado derecho de la moto. Un eficiente equipo de frenos, con pinzas y bomba radial en el tren delantero, firmado por Brembo, completan la parte más tradicional de su ciclo.
Ahora pasemos a sus ruedas, sin duda los elementos menos estándar del conjunto. Están compuestas por unas poco comunes llantas de aleación de aluminio de 19 y 18 pulgadas, delante y detrás. Unas medidas atípicas en una naked deportiva. Sobre las que se montan otra de las peculiaridades de la FTR 1200S: sus neumáticos. Unos Dunlop DT3-R, diseñados a partir de los instalados en las FTR 750 de carreras. Cuyos tamaños son: 120/70 y 150/80, en el mismo orden.
Cuestión de personalidad
Con una parte ciclo distinta, lógicamente se espera un comportamiento distinto: ¿Es así?… solo a medias. Si bien la la Indian FTR 1200S no se mueve como una naked deportiva al uso, esto no supone en ningún caso un hándicap. La agilidad en el tren delantero y la posición ergonómica que ofrece, es fácilmente comparable con el de una supermotard “gorda”. Con mucho control sobre la rueda delantera y con cierta libertad en la trasera. Quizás ese haya sido mi mayor error al enfrentarme a la Indian FTR 1200S, encasillarla en un segmento erróneo, porque si bien no es una supermotard pura y dura, la inspiración para su génesis proviene del Flat Track y existen muchas similitudes entre ambas especialidades deportivas. Todo evidentemente adaptado a un uso en carretera abierta, donde un excelente reparto de pesos, en el que la colocación del depósito de gasolina bajo el asiento es todo un acierto; y la utilización de un ancho manillar cónico, del especialista ProTaper, aportan una experiencia de conducción difícil de igualar.
Estética muy actual
Pasemos ahora al apartado estético de la Indian FTR 1200S… “Race Replica”. Las dos diferencias de este modelo respecto al «S» estándar son: la utilización de un sistema de escape, tipo “slip-on”, de titanio que incorpora un protector térmico de fibra de carbono; y su decoración similar a la usada por el exitoso equipo oficial de Indian Motorcycle en Flat Track, el “Wrecking Crew”. Ambos detalles aumentan la ya de por sí alta atracción que genera este modelo allá donde vaya. Un hecho que pude constatar durante la semana que circulé con ella. Y es que la estética Flat Track está de moda. Una tendencia que combinan una belleza sobria y minimalista, con un uso dinámico y divertido, aprovechable tanto en ciudad como en carretera.
A parte de modas, esta Indian gusta porque está cargada de buenos detalles, que la sitúan en el sector premium. El uso de una completa e intuitiva instrumentación (Ride Command LCD), con pantalla táctil incluso con guantes; el cargador USB; su iluminación a base de LEDs, donde destaca su faro delantero; o el cómodo control de crucero, accesible a través de la piña izquierda, son detalles que no hacen más que aumentar su valor ante un público cada vez exigente.
¿Hooligan?
A parte de por su divertida parte ciclo y su estética Flat Track, una de las causas por la que muchos consideran a la Indian FTR 1200S como una moto hooligan es por su motor. Es verdad que cuando combinamos en un bicilíndrico calado a 60º: cuatro válvulas por cilindro; un cubicaje de más de 1200 cc; y una refrigeración líquida, que le permita girar deprisa sin sobrecalentarse, el resultado suele ser excitante. En el caso de esta americana, esto se traduce en 123 caballos de potencia máxima, a tan solo 8.250 vueltas; con un demoledor par de 120 Nm, a menos de 6.000 rpm.
A pesar de lo que pueda parecer, la vida es bastante más calmada a lomos de la Indian FTR 1200S, gracias en gran medida a su moderno paquete electrónico. Donde encontramos además del clásico ABS y el necesario Anti-Wheelie, tres mapas de gestión del motor (Rain, Standard y Sport), que actúan sobre el acelerador y el control de tracción. Este último sensible tanto al ángulo de inclinación como al de estabilidad.
Durante los primeros días, pude disfrutar del doble carácter que ofrece este propulsor y su gestión electrónica. Para empezar, si te dejas embaucar por su adictiva entrega de potencia y vas directamente al modo Sport, sin pasar por la necesaria adaptación a su parte ciclo, donde los neumáticos tienen mucho que decir, te puedes encontrar un poco superado. Pero, nada que no se resuelva con un poco de humildad. Una vez que le dedicas el tiempo necesario a entenderla, te das cuenta, que tienes motor para lo que quieras, tanto para circular cómodamente por una carretera secundaria o autopista; como para ser más incisivo buscando los límites en curvas ratoneras… tú decides.
Principales Características
- Precio: 17.290 €
- Motor: V-Twin 60º, refrigeración líquida
- Cilindrada: 1.203 cc
- Sistema de escape: Akrapovic 2-1-2, de titanio
- Potencia max.: 123 cv a 8.250 rpm
- Par motor max.: 120 Nm a 5.900 rpm
- Chasis: Multitubular de acero
- Basculante: Doble brazo, multitubular de acero
- Suspensión delantera: Invertida regulable, con barras de 43 mm y 150 mm de recorrido
- Suspensión trasera: Amortiguador regulable con Piggy Back, con 150 mm de recorrido
- Llanta delantera: Aluminio 19,00″ X 3,00″
- Neumático delantero: 120/70 R 19
- Llanta trasera: Aluminio 18,00″ X 4,25″
- Neumático trasero: 150/80 R 18
- Freno delantero: 2 pinzas radiales monobloque Brembo con discos de 320 mm
- Freno trasero: Pinza de 2 pistones con disco de 265 mm
- Distancia entre ejes: 1.524 mm
- Altura del asiento: 840 mm
- Peso en seco: 222 kg
- Capacidad depósito de gasolina: 13 L