KTM 1290 SUPER DUKE R 2021

LA PRUEBA

Foto 01 KTM 1290 Super Duke R 2021

Hemos probado durante siete días la última versión de la KTM 1290 Super Duke R. Una bicilíndrica naked deportiva que desde Mattighofen denominan “The Beast” y que en 2020 recibía una serie de mejoras que la hacen aún más efectiva y accesible en todos los sentidos. Pasa, ponte cómodo y conócela con nosotros.

Foto 02 KTM 1290 Super Duke R 2021

Para todos aquellos incondicionales de las deportivas desnudas, las Super Duke siempre han supuesto una opción a tener en cuenta. Ya quedaron atrás los prejuicios injustos, que encorsetaban a la marca austriaca en el off-road, donde son la referencia; y desde hace años, sus productos asfálticos compiten en igualdad de condiciones con el resto del mercado. Hasta aquí todo correcto, pero también hay que recordar que en KTM van por libre. ¿Qué quiere decir esto? Que mientras la mayoría de los fabricantes apuestan para sus naked deportivas por mecánicas de cuatro o tres cilindros, en KTM siguen evolucionando sus bicilíndricos alcanzando cifras de potencia y confort de uso difíciles de imaginar solo hace una década. Un buen ejemplo de ello es la moto que hemos probado: la KTM 1290 Super Duke R.

Ergonomía de diez

Como es normal, a parte de la estética, la primera sensación que uno tiene al probar una moto es la posición de conducción. Si el modelo de 2019, ya nos pareció cómodo, este lo es aún más, incluyendo algunas opciones de personalización como son: la posibilidad de acercar su manillar hasta 21 mm, en cuatro pasos; elegir entre dos posiciones para sus estrechos reposapiés, permitiendo además invertir el orden del cambio; y ajustar las punteras de las palancas del cambio y freno trasero.

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Volviendo a las sensaciones, la KTM 1290 Super Duke R es una moto con cierta altura (835 mm desde su asiento), lo que a pesar de su estrechez y ligereza (189 Kg, en seco) penaliza a los más bajos. Para mí (1,79 m de altura), la moto es perfecta, llegando sobradamente con los dos pies al suelo. Otro detalle a destacar es lo bien situadas que van sus estriberas y manillar, que ofrecen una posición de conducción de las más cómodas de entre las deportivas. Además, lo estrecho del asiento y su tapizado, permiten moverte sobre ella con facilidad acompañando a su excelente parte ciclo en los cambios de peso.

Nuevo chasis

Retomado el tema de las mejoras incorporadas el pasado 2020 en este modelo. Sin duda, la más destacable es la inclusión de un nuevo chasis, acompañado de un basculante más largo. El primero está hecho con tubos de acero de mayor diámetro y paredes más delgadas; utilizando el motor como parte estructural. Lo que se traduce en una reducción de peso, de 2 kg; y un aumento de la rigidez. En cuanto al segundo, sigue siendo un bonito monobrazo de aluminio, que se ha montado más cerca del piñón de ataque, lo que mejora la transmisión de la potencia a la rueda trasera.

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Todo esto, que a priori podría parecer más propaganda que otra cosa, se hace presente a la hora de buscar los límites en las entradas y salidas de las curvas, ya sean amplias o ratoneras, donde rápidamente coges confianza frenando y abriendo gas, aprovechando el fantástico conjunto que hacen el mencionado cuadro con el equipo de suspensiones, frenos y ruedas.

WP Apex, Brembo Stylema y Bridgestone S22

Antes os mencionábamos las suspensiones, frenos y ruedas, y no es para menos dada la calidad de estos. En el apartado suspensiones, que obviamente son totalmente regulables, encontramos una horquilla WP Apex, que incluye unas tijas forjadas con offset de 32 mm; y un amortiguador montado sobre un nuevo sistema de bieletas, también de la gama Apex de WP Suspension, con depósitos separados de gas y aceite, fácilmente ajustable en precarga mediante un accesible pomo.

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En coherencia con las suspensiones, la KTM 1290 Super Duke R lleva uno de los mejores equipos de frenos del mercado. Compuesto de dos pinzas radiales monobloque Brembo Stylema, de cuatro pistones, para discos de 320 mm; y una pinza flotante de dos pistones con disco de 240 mm. Un equipazo que trabaja con unas ligerísimas llantas de 17 pulgadas y cinco brazos, diseñadas mediante CAD, calzadas con unos Bridgestone Battlax Hypersport S22, de medidas: 120/70 y 200/55.

En resumen, unos componentes que desde el minuto cero transmiten una confianza y un tacto que facilita mucho las cosas. Permitiendo apurar las frenadas hasta el mismo ápice de la curva, siempre con el colchón que supone su sistema ABS Cornering; y que absorben con eficiencia las irregularidades de cualquier carretera que sea transitable… recordad que estamos hablando de una deportiva.

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Bicilíndrico LC8

Una vez acabado nuestro repaso a la parte ciclo y ergonómica de la KTM 1290 Super Duke R, vamos a centrarnos en su propulsor LC8. Se trata de un bicilíndrico de 1.301 cc, calado a 75 grados, que entrega unos contundentes 180 caballos de potencia, a 9.500 vueltas; acompañados de un par motor de 140 Nm. Hasta aquí sus intimidantes datos, que a la hora de la verdad no son tan inaccesibles como parecen. No es que no exista toda esa caballería, todo lo contrario, están todos despiertos y dispuestos a salir disparados, dándote una patada en el trasero, pero gracias a una electrónica de primerísimo orden, el tema está bajo control… siempre que el conductor tenga cierta experiencia y sea coherente con la moto que lleva.

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Para empezar, la Super Duke R, cuenta con tres modos de conducción: Rain, Street y Sport, que actúan sobre la respuesta del acelerador (Ride by Wire), la potencia entregada y la intervención del control de tracción (MTC). A estos hay que sumar otros dos opcionales, más enfocados al uso en pista, los Track y Performance, con múltiples opciones de ajuste. En mi caso, tras probar con los tres primeros me decanté por el Sport, que ofrece todo el carácter de esta moto con un alto nivel de seguridad. Es verdad que para un uso tranquilo o urbano no necesitas toda la potencia ni una respuesta del acelerador agresiva, pero es que va tan bien esta KTM que casi es un pecado no utilizar este modo.

Como os insinuaba al principio de esta sección, la KTM 1290 Super Duke R no es tan “mula parda” como pueden dar a entender sus cifras. Todo lo contrario, es una moto muy cómoda de conducir, con una entrega de potencia totalmente lineal que engancha. Además, su eficiente caja de cambio con embrague anti-rebote (PASC) a los que se puede sumar como opción el sistema MSR (de control de freno motor) y el Quickshifter+ de última generación, permiten una conducción dinámica y segura, sin sustos… aunque te animes en exceso, cosa bastante fácil con esta moto.

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Más electrónica

Para completar el tema de la electrónica, debemos mencionar que esta moto incluye de serie un sistema de ABS con asistencia en curvas, con modo ABS Supermoto, que desactiva el sistema en la rueda trasera permitiendo derrapar; y un cómodo e intuitivo control de crucero. Además, podemos incluir como opción el sistema de control de presión de los neumáticos (TPMS); y luz de freno adaptativa, que varía su intensidad según el nivel de la frenada. Todo ello acompañado de una iluminación LED, con sistema DRL (luz diurna), que incluye unos cómodos intermitentes (ATIR) que se desactivan tras 10 segundos o 150 m recorridos; y una pantalla TFT regulable de 5 pulgadas, fácilmente accesible a través de botonera situada en el manillar, que además monta un protector de pantalla de cristal para evitar reflejos.

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Algunos otros detalles

Por último, os vamos a mencionar algunos detalles y su precio. Muy buenos detalles son el asiento del acompañante, que es realmente cómodo y al estar situado a mayor altura permite a este ver la carretera; el sistema de arranque y apertura del tapón del depósito de gasolina sin llave… bueno, la debes llevar en el bolsillo; el escape, con sus sinuosos colectores; o el diseño de su carrocería, que atrae las miradas de cualquiera al que le gusten las motos. En cuanto a su precio: 19.249,00 €, lo que se nos antoja bastante ajustado para el tipo de moto que es y viendo la competencia, aunque ciertos extras deberían ir incluidos como el Quickshifter+, totalmente indispensable.

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