Desde el norte de Italia nos llega esta sexy y elegante interpretación de uno de los mestizajes más idolatrados en la cultura cafe racer. Su nombre: Stile Italiano Norvin CR 1140.
La moto que hoy nos ocupa, combina por un lado un chasis Norton con un motor Vincent; y por otro, una sinuosa carrocería monocasco de aluminio, hecha a mano.
Pináculo cafe racer
Durante la explosión de la cultura cafe racer en Reino Unido, durante la década de los cincuenta, hubieron muchas combinaciones de chasis y motores buscando la máxima efectividad. La mayoría de estos mestizajes tomaban como base cuadros de Norton, que contaban con una gran reputación ganada en los duros circuitos de las Islas Británicas. En cuanto a los motores, muchos apostaban por los Triumph, dando como resultado las Triton. Una solución, que además de fiable no era excesivamente cara y que tuvo mucho éxito. Sin embargo, como en todos los ámbitos de la vida, hay gente que le gusta diferenciarse, y en aquella época, si el dinero no era un problema, la solución soñada por los más sibaritas era instalar un motor Vincent en el mencionado chasis. Una combinación que para muchos supone el cénit entre las cafe racers.
Vincent Rapide D
El motor instalado en la Stile Italiano Norvin, es un Vincent Rapide Serie D. Una denominación, que si bien recogía claras diferencias respecto a la Serie C, nunca uso la marca. La razón, es que al año de ponerlo en circulación, 1954, HRD Vincent detenía su producción. Dando por finalizada una de las páginas más remarcables de la historia del motociclismo.
Volviendo al ilustre motor de la Stile Italiano Norvin. Este ha aumentado en su desplazamiento hasta los 1.140 cc, incluyendo dos bujías por cada uno de sus cilindros. Otras mejoras incluidas son unos pistones artesanales, hechos por el especialista alemán Wahl-Spezialkolben GmbH; un árbol de levas, de la californiana Megacycle Cams; y unos muy visibles carburadores Amal, de 33mm, combinados con filtros de aire tipo “Trompeta”.
Tampoco pasa desapercibido su espectacular sistema de escape, 2 en 2 con salida alta por el lado derecho, hecho por Virex según las indicaciones del constructor. Ni su exhibicionista primaria, obra de Bob Newby Racing, responsables también del embrague. Delicatessen que se completan con una caja de cinco velocidades, llegada desde las Antípodas (Nueva Zelanda), que lleva la firma de TT Industries. Todo ello para conseguir un auténtico propulsor de ensueño.
Norton Featherbed
Como no podía ser de otra manera en una cafe racer híbrida, el chasis elegido es un Norton Featherbed (lecho de plumas). Un nombre que le puso, allá por 1950, Harold Danielly, un especialista del TT Man, y con el que se describía claramente su suavidad y eficacia respecto a los de la competencia.
En el caso de la Stile Italiano Norvin CR 1140, este mítico cuadro se ha modificado levemente para bajar el centro de gravedad del conjunto. Mantenido a su clásico acompañante de baile, un basculante de doble brazo también de Norton, aunque con un toque escandinavo.
Ese toque nórdico al que hacía referencia, se lo da unos amortiguadores Öhlins S36DR1L, con muelles en negro, especialmente recomendados por la casa sueca para mejorar la suspensión en baggers de Harley Davidson. En cuanto al tren delantero, se mantiene el mismo proveedor, con unas barras invertidas modelo FG9030, abrazadas por unas tijas tomadas prestadas de una Ducati SportClassic GT. Una solvente amortiguación que actúa sobre unas discretas llantas de radios de 18 pulgadas, calzadas de neumáticos Slick, y que evidentemente no le quitan ni un ápice de protagonismo al clásico y soberbio equipo de frenos de tambor obtenidos del catálogo de Smith Kanrin.
Coca-Cola
Como os decía al principio, junto a cuadro y propulsor, destaca su carrocería monocasco. Esta, en consonancia con otras creaciones de Stile Italiano, está fabricada en aluminio moldeado a mano. Ofreciendo una imagen clásica y elegante, donde las curvas inundan su silueta como si de una botella de Coca-Cola se tratara. Para cubrirla, también se ha apostado sobre seguro, optando por la decoración típica de la casa en los últimos tiempos: base en negro, combinada con filetes en plata y oro, para remarcar las mencionadas curvas.
Por último, no debemos olvidarnos de mencionar algunos detalles que aumentan sin duda el valor del conjunto. Entre estos tenemos: unos reposapiés fabricados mediante CNC; un asiento artesanal, en alcántara y cuero negro, hecho siguiendo las directrices de la casa; un tacómetro original Smiths, de 5 pulgadas; o su tapón de llenado de gasolina doble, al estilo de las motos de endurance, también mecanizado.